lunes, 11 de abril de 2011

8.- El campo semiótico

Ahora si, vamos acercándonos a la semiótica. Para hacerlo más sencillo, vamos de los aspectos generales a los más concretos.
Creo que uno de los libros con los que mejor entendí esto fue el de Umberto Eco "La estructura ausente" -pero sólo la introducción, luego se pone muy denso- y creo que podemos ir dividiendo la introducción a la semiótica de la siguiente forma:

  • La semiótica como disciplina.

Primero la pregunta obvia: ¿Qué es la semiótica? La semiótica la podemos entender como la ciencia -obviamente, hay toda una discusión sobre si es ciencia o no, pero ahorita no interesa eso- que estudia los signos, sus lenguajes, sistemas y posibles estructuras dentro de un sistema de comunicación (y, por lo mismo, de significación). Los signos entonces son usados y compartidos por un grupo específico que reconoce su sentido.

Ahora, si la semiótica estudia los signos, la siguiente pregunta es: ¿qué es un signo? Otra vez, podemos partir de ideas generales y luego -según el autor- ir concretando un poco más. Entonces una primera definición del signo sería:

"Un signo es todo aquello que represente otra cosa donde la cosa representada es su significado"

A esto, que ya es bastante confuso, hay que sumarle la idea de que los signos están en acción, en una dinámica a la que se le conoce como semiosis, es decir, el fenómeno de producción, transmisión, codificación y recepción de los signos. La semiosis entonces contempla la significación presente en las distintas dinámicas sociales.

Los signos han recibido numerosas divisiones y subdivisiones que varían de acuerdo a sus autores; como punto de partida, podemos decir que existe una primera división: signos naturales y signos artificiales.

Los signos naturales son aquellos que no parten de una intención: se presentan de manera natural por lo que más bien es su interpretación la que adquiere un carácter semiótico.

Por su parte, los signos culturales parten de una intención: comunicar diferentes mensajes. Esto implica -y por eso ya hablamos de Jakobson- un emisor, un objeto (del que se habla o se hace referencia), un código, un medio de transmisión y un destinatario que genera una imagen mental a partir de su propia experiencia y le otorga un significado especifico (aún ignorando este proceso).

  • Semiologia y semiótica
Actualmente existen diversas escuelas de semiótica pero, para no complicarnos, pueden englobarse en dos planteamientos básicos:

La semiótica. y

• La semiología.

En el libro que les comentaba ("La estructura ausente") Eco nos suelta el chisme de que, en 1969, y a raíz de la iniciativa de Thomas Sebeok, la “Internacional Association for Semiotic Studies” aceptó el término “semiótica” (sin excluir necesariamente el de “semiología”) por lo que, de ahora en adelante, el término semiótica cubre las posibles acepciones de ambos.

  • El sistema semiótico
Sumado a esto, se denomina sistema semiótico a todo aquel conjunto de signos entre los cuales se pueden establecer relaciones.
La semiótica permite entocnes entender cualquier acción u objeto como un sistema de convenciones dado a partir de los diferentes signos que en él interactúan.Estos se vuelven entonces dependientes de su entorno e interacción por lo que se hace claro que, en los signos, no es posible implantar un sentido absoluto: su interpretación es producto de estructuras que sólo
adquieren sentido cuando se establece sus relaciones -entre estructuras y con los códigos que se estén considerando-.

Pero bueno, podemos dejarlo así por ahora...
Saludos...

domingo, 3 de abril de 2011

7. Ejemplo 1. "El día de la bestia" (2a parte)

"Alonso Quijano pierde el juicio por nosotros, para nuestro provecho, para dejarnos un ejemplo eterno de generosidad espiritual"
Unamuno

Seguimos con la idea del análisis... Ya revisadas las distintas partes que integran el mensaje -vía Jakobson-, podemos sumar otras referencias que ayuden a entender la importancia -o no- del trabajo. Entonces, las fuentes yo sumaría serían:

  • Huici, Adrián. Cine, literatura y propaganda. De Los santos inocentes a El día de la bestia. Ediciones Alfar, España, 1999.
  • Bloom, Harold. El canon occidental. Ed. Anagrama, España, 1995

Hay otro de Marcos Ordoñez: La bestia anda suelta: Alex de la Iglesia lo cuenta todo! de editorial Glenat que no encontré para incluirlo de una vez pero juro si lo leí y que, obviamente, explica mucho de la película. Entre otras cosas, la idea del autor de que, la idea de un sacerdote desquiciado daba para hacer un trabajo muy agresivo del estilo "Taxi driver" -lo cual es cierto- pero que, al mismo tiempo, era posible hacer una crítica que, a la manera de la tragedia aristotélica, llenara de mierda al espectador para después redimirlo.

También creo que es importante la forma en que el director reflexiona sobre la forma en que él mismo se educó -de parte de la familia (y por lo que recuerdo) por la vía académica y artística pero a lo que se sumaba la educación popular: tv, comics, ciencia ficción, etc.) por lo que todo sumado permite obviamente enriquecer la visión respecto de la cultura.

Pero si tuviera que hacerse más riguroso el análisis podríamos revisar a Adrián Huici, quién partiendo de 2 trabajos importantes de la cultura española -la novela "Los santos inocentes" de Miguel Delibes y "El día de la bestia"-, revisa el nivel político de los mensajes y su posible cuestionamiento.

Huici señala cómo "el día de la bestia" refleja un choque de culturas -un poco lo señalado por el autor- pero que, llevándolo a nuestro intento de curso de semiótica debe considerarse importante (luego platicamos por qué) y señala que:

"DB muestra en diversas ocasiones el choque entre el discurso de un hombre, el cura, educado en la cultura y la tradición del libro, con el discurso de personajes que, al parecer, sólo nutren, culturalmente hablando, de lo que les suministran los medios masivos de comunicación, especialmente los audiovisuales." 169

También señala que:

"No parece que Quijano pierda el juicio solamente por dedicarse al "vicio" de la lectura, sino por leer de una determinada manera unos determinados textos: los amadises, palmerines y tirantes que bullen en su cabeza. En DB, se ha dicho ya, la "enajenación" del cura surge a partir de su particular lectura del Apocalipsis de Juan." 168


Por otro lado, al preguntarse qué es lo que hace a un autor canónico, Harold Bloom señala que es su capacidad de extrañar y al mismo tiempo transmitir cierta belleza en el lector; así, cuando habla del "Quijote" de Cervantes, señala que -como en la película- puede entenderse en 2 partes y que, sí la primera una sátira del héroe, la segunda funciona para identificar al lector (receptor) con Sancho Panza y Don Quijote. Creo que lo mismo pasa en la película: a partir de cierto momento dejamos de lado la parte chistosa y empezamos a interesarnos realmente en la historia -no porque creamos o no en el diablo sino por la forma en que el autor trabaja la historia). Igual pasa con la forma en que cierto momento el sacerdote deja de ver el sentido de lo que está haciendo y es José María (como Sancho Panza a Don Quijote) quien le indica la importancia de lo que están haciendo...

Igual podríamos seguir desarrollando el análisis pero creo que la idea quedo más o menos clara: ambos autores reflexionan sobre las implicaciones -estéticas, ideológicas, etc.- de los mensajes y sus argumentos pueden -o no- relacionarse con lo que estamos revisando. Además ¿Qué tal que les interesa ver la película y uno nomás les quita el gusto?

Bueno, por aquí dejamos el análisis y, ahora si, a partir de la próxima entrada empezamos a hablar de un tema que a todos nos apasiona sobremanera: la semiótica. También voy a procurar hacer más seguidas las entradas, lo siento.

Saludos...
Aarón