domingo, 27 de noviembre de 2011

31.- Cultura digital -I-

El meollo de la cuestión es el siguiente: para nosotros la realidad es el mundo y para las máquinas lo único verdaderamente real es la lengua... La comicidad no intencional nace como consecuencia de la coligación de unas categorías que creíamos separadas definitivamente, donde las máquinas empiezan a "desenmascarar" nuestra lengua, descubriendo en ella giros idiomáticos resultantes de la composición corporal del hombre.
Stanislaw Lem. Magnitud Imaginaria

Looking for another place
Somewhere else to be
looking for another chance
to ride into the sun

Where everything seems so pretty
When you´re lonely and tired of the city
Remember, its a flower made out of the clay to the city

Velvet Underground Ride into the sun


La idea de hacer este blog fue durante la clase Seminario de Nuevas Tecnologías, así que justo es retomar uno de sus temas básicos: la cultura digital. Básicamente retomo textos de Manuel Castells y otros sociólogos sobre los procesos de interacción social y los cambios de esta revolución tecnológica.

Uno de los aspectos centrales es la disolución entre lo real -entendido como lo actual- y lo virtual -como posibilidad- permitiendo así cuestionar conceptos tradicionales como estabilidad o delimitación, y obligando -en principio- a replantear nociones como el tiempo o la muerte, conformadas por una lógica propia. Una metáfora de esto -otra vez desde un lenguaje menor-:



Otra vez: si el análisis de la interacción social parte de lo cotidiano como elemento palpable de la "realidad", es en el lenguaje donde se sintetizan las prácticas -nuevas o no- como formas de interpretación entre individuo-grupo-instituciones-sociedad.

En la cultura digital, la sociedad red obliga a pensar en cierta disolución de lo local/global, y en una comunicación cuyo marco de referencia es la pantalla, pero sobre todo en nuevas vías de acercamiento al entorno vinculadas a:
  • Una lógica organizada a partir de protocolos codificados y respuestas predeterminadas llevada a la convergencia de distintos formatos tradicionales -imagen, sonido y texto- de manera casi infinita, lo que impide jerarquizar una calidad sobre otra.
  • Una nueva naturaleza de la experiencia, que permite reelaborar -y oscurecer- la historia -individual o social-, cierta fragmentación de los espacios de poder tradicional y un mayor desarrollo -y fragilidad- de los grupos y actores sociales.

Así, si todo grupo social resulta -por definición- integrado por desiguales suceptibles de alcanzar algún reconocimiento político, en lo digital esto se multiplica y a la organización mediocre corresponde el fortalecimiento de instituciones que, en lo interno o lo externo, no hace sino mantener un orden social y sus desigualdades, a nivel micro o macro .

Dicho cambio tecnológico permite rebasar algunos conceptos culturales tradicionales como:

  • R A Z A.
Una noción básica de la diferenciación y el racismo; resulta fragmentada para dar paso a movimientos clasemedieros -por ejemplo, los medioambientalistas- que procuran cierta sobrevivencia colectiva o bien, en el otro extremo, dar paso a grupos delincuenciales.
  • N A C I Ó N.
En este concepto entran aquellas comunidades tradicionalmente construidas en la memoria colectiva al compartir una Historia que vincula pasado y futuro con el presente, un proyecto político más o menos común, etc. Pero, si históricamente la idea de nación surge "de abajo arriba" (pues sus integrantes comparten atributos como el lenguaje, el territorio o la religión, en lo digital:
  1. La crítica al Estado-Nación se hace más sólida.
  2. La cultura multiplica sus vías de acceso debilitando las instituciones políticas locales.
Con esto, el antiguo nacionalismo que llevó a la construcción de un Estado -y su economía de mercado- se fragmenta y divide en diferentes grupos que reaccionan -ya no tanto en lo político como en lo cultural- ante las elites.

Pero una de las nociones que presenta los cambios más significativos sería el de:

  • I D E N T I D A D
En principio, se entiende como la fuente del sentido y la experiencia del individuo marcada, además de lo biológico por atributos culturales como la historia y la geografía, pero en lo digital ésta puede ser construida, presentando así un principio de resistencia a lo comunal, y dando paso a 3 modelos de identidad:
  • Legitimadora: Introducida por las instituciones dominantes para extender y racionalizar su dominio sobre los actores sociales. Generan la sociedad civil y sus aparatos.


  • De resistencia. generada por los actores devaluados en la lógica social de dominación, son comunidades de resistencia colectiva y, en sus extremos, se ubican los fundamentalismos religiosos, el orgullo nacionalista y la autodenigración.


En su extremo, dedicado a reforzar la identidad y alejar a los otros -a partir de una referencia trascendente-, dicha identidad supera la noción de Estado -el Islam somete a la religión- para ubicar en todo sujeto un principio de sumisión y un objetivo: la lucha contra todo aquel que no observe las leyes sagradas.

La pregunta de Castells es: ¿Por qué, ante un evidente avance tecnológico se presenta dicho fenómeno? Lo que sugiere es que, ante el fracaso de un Edo-nación y una modernización económica evidente, aparece también una lógica nacionalista de exclusión independiente al Estado donde la única forma que tendría el individuo de afirmarse -y salvarse- sería a partir de la violencia y el sacrificio.
  • Proyecto. Cuando dichos actores se basan en materiales culturales para redefinir su posición en la sociedad. Ya sabemos facebook y redes sociales que le acompañan.

Así, la cultura vuelve a ser el atributo a partir del cual definir la identidad: si uno de los prejuicios más fuertes sobre lo digital supone que fragmenta los lazos sociales, la realidad es que lo bueno -o lo malo- sólo se potencializa. Y si la identidad ha resultado tradicionalmente normatizada por las instituciones, lo digital también permite cierta resistencia comunal y autorreflexiva. Como siempre, lo que define a este entorno no es su uso cuantitativo sino
el modo de dichas apropiaciones.

Así, si entre las industrias que mayores cambios sufrieron por este proceso están la editorial, la musical, la pornográfica, la de videojuegos y la radio, estimula saber que una de sus consecuencias sea la posibilidad de contenidos de mayor calidad -y lo dice alguien que se chutó, a falta de algo mejor, la televisión del Tío Gamboín, Mana y demás pendejadas- aún a sabiendas de que por ese camino no se llega muy lejos.

Sólo queda entonces agradecer la posibilidad -esta si más cierta- de acceder a trabajos como:



Saludos...

Bibliografía
Manuel Castells. La Galaxia Internet
Manuel Castells. La sociedad red.

lunes, 21 de noviembre de 2011

30. Ejemplo 4.- Lady Gaga -I-

"Entre la obra y su valuación, es decir, entre el autor y sus críticos, tiene que existir una relación congruente. Esto lleva consigo que no cualquiera puede ser reseñado por cualquiera, y por consiguiente, censurado y alabado. De lo contrario se llega a incomodidades, aun para el alabado, según el modelo de un refrán suabio: "Este es un buen heno, dijo el asno, después de haberse comido el pan de especias"."
Ernst Jünger.
El autor y la escritura.


"A diez cuadras del interrogatorio
protesta la gente, pues se canceló
la versión local
de un concurso de
belleza de la
"Mis Internacional"

Y unas madres y
el director del show
han vuelto a insultar al organizador
pues se retiró el patrocinador
por el apagón
"this cannot go on"

Semi-desnuda y emverracada
grita una Miss:
"¡Coño!, ¡Este país no sirve pa´ nada!"

Aquí en el sub-d

¡Olor a miao y a perfume!
Aquí en el sub-d

Todo lo que baja sube
Aquí en el sub-d

La cuna del surrealismo
¡Somos la envidia de Europa!
Aquí en el sub-d

¡Nuestra magia los provoca!

Rubén Blades.
Con el apagón

Otro ejemplo. Ahora de lo que, entiendo, podría funcionar como parte de los estudios culturales. El pretexto (ahora "a gusto" del alumno) es Lady Gaga... Pero como no pienso poner nada de esa tipa, sólo menciono los videos con los que trabajé:
  1. Bad Romance.
  2. Judas.
  3. Born this way.
Para más sencillo, divido el análisis de la siguiente forma:
  1. Un marco introductorio a los estudios culturales.
  2. Un acercamiento a la teoría queer.
  3. Los públicos y sus diferencias.

I.- Los Estudios Culturales. -y Michel de Certeau-.

Habitar, hablar, leer, caminar o cocinar todas estas actividades parecen corresponder a a las características de astucias y sorpresas tácticas: buenas pasadas del "débil" en el orden construido por el "fuerte", arte de hacer jugadas en el campo del otro.
Michel de Certeau. La invención de lo cotidiano.

Entiendo que los EC aparecen como una corriente teórica que retoma cierta influencia marxista para cuestionar aquellas lecturas estructural-funcionalistas que justifican un orden social fijo. Así, intentan renovar el acercamiento teórico a los conflictos sociales, marcados ya no sólo por la clase, sino también por el género, la etnia, ideología, etc. dando un mayor contenido simbólico a las prácticas y el consumo cultural cotidiano.

Así, y sumada a otras propuestas teóricas, los EC centran su interés en los receptores. Sin embargo, hay algo que resulta central: su acercamiento a las minorías y el cómo éstas construyen su identidad como una forma de cuestionar la cultura oficial. Un ejemplo clásico -en una disciplina concreta, el diseño industrial- sería:



Por otro lado, la cultura contemporánea obliga a considerar ciertos aspectos:
  • El rebase de una mirada tradicional sobre la cultura, que la dividía en Alta Cultura, Cultura media y cultura baja -y que correspondía, burdamente, con la condición económica de cada grupo-. El problema es que, en una sociedad de masas, lo más difícil de definir son los clases sociales: el burgués se proletarizó y el proletario se aburguesó.
  • Las características de dicha cultura masificada: La concentración del poder económico en las élites, los modelos de conducta generalizados, el consumo de bienes y servicios industrializados y las formas de participación burocratizadas.
  • El que, a la visión de un gran poder dominante -estatal, de medios, etc.-aparece también una reacción individual que necesariamente enriquece la dinámica cultural.
Así, la conducta social puede entenderse -básicamente- a partir de 2 campos visiblemente diferenciados:
  1. La de un individuo-masa, que encuentra su guía de conducta no en mismo sino en los demás, un sujeto adaptado que termina por ajustarse a una identidad previamente aprobada y conforme a un orden social. Para ejemplos, basta con prender la televisión.
  2. La del sujeto marginal, capaz de establecer ejercicios de identidad y memoria a partir de ciertas actividades distintas al consumo -no capitalizables-, como por ejemplo sus lecturas, su conversación, los espacios que habita y recorre, lo que cocina, etc. Otro ejemplo:


Así, todo sujeto implica una posibilidad de participación y distinción activa -o no- con su entorno, ya sea a partir de cierto compromiso selectivo en sus acciones, o bien -en su opuesto-su propia negación a partir de un conformismo y pereza mental que, en aceptación pasiva de las ideas de las mayorías, suele caer en prejuicios como -por ejemplo- suponer que es en las clases bajas -y poco educadas- donde se ubican los juicios acríticos y subordinados. Hasta donde entiendo, el criterio rígido no es privilegio del jodido.

Es este sujeto crítico el que retoma Michel de Certeau para desarrollar un referente clásico de los EC -sin serlo del todo-. Para él, es en lo cotidiano donde se observan ciertas actividades-hormiga que permiten cuestionan toda una microfísica social del poder, generando con ello una nueva poética en el uso de los productos culturales.

De esta formas es posible distinguir a los distintos grupos sociales a partir de:
  1. Su consumo. La forma en que subvierten -o no- la cultura dominante y su capacidad para apropiarse y construir con ella una poética de lo cotidiano, un espacio propio.
  2. Sus prácticas. -entendidas como tácticas-. Así como los indígenas reelaboraban la cultura conquistadora, así el consumidor actual reinterpreta conscientemente la cultura oficial -aun de manera efímera- proporcionada por los medios o las instituciones.
  3. Su paso a lo político. Donde a la expansión social corresponde un nuevo héroe: el sujeto ordinario, capaz de hacerse legalmente "visible" a la mirada dominante.
II. La teoría Queer.

Es en este cultura contemporánea en la que, una de las minorías históricamente más atacadas (la de los homosexuales) ha desarrollado una de las respuestas teóricas más agresivas y ricas para deconstruir un entorno cultural heterocentrista: la teoría queer, y de cuyas características destaco:
  • A la supuesta y "políticamente correcta" denominación de lo gay, corresponde el peyorativo término queer para dejar claro que dichos marikas superan muchas de las limitantes-debilidades de la masculinidad tradicional.
  • Una mirada irónica de la sexualidad. Por ejemplo, si teóricamente, el complejo de Edipo representa un espacio para entender una lectura masculina dominante, lo queer se lo apropia para, desde ahí, negociar el propio entorno.
Así, a la tradicional crítica a esta teoría, en la que dicho homosexual, o bien es un pervertido -y toda su conducta es resultado de su naturaleza corrompida- o bien es una víctima del entorno social -y entonces conviene que los expertos solucionen dicho drama social-, conviene señalar las siguientes aportaciones claras de esta teoría:
  1. Hacen evidentes las deformaciones y prejuicios heterosexuales, dando paso a una sexualidad como una elección de fantasía dinámica, la de ser o poseer el objeto de deseo.
  2. Presentan al sujeto una poética propia -a partir de lo camp, lo drag, etc.-.
  3. Significan un aporte a la cultura. Y con ello, lo heterosexual queda ligado a la nostalgia, el poder, el odio y la paranoia.
Para no extenderme, y como obviamente otros lo dicen mejor:



Ahora la pregunta es ¿Existiría cierta sensibilidad queer? y ¿Cómo identificarla? En principio si, podrían reconocerse algunas constantes en estos trabajos: la iniciación y descubrimiento del deseo sexual, la búsqueda del amor, la sexualidad transgresora, la soledad, la enfermedad y la muerte, la vida antes y después del SIDA, etc.

Pero visto así lo queer se reduce, y entiendo que, como cualquier proceso poético, su riqueza radica en hacer evidente la filosofía de quién hace la obra -en este caso, el cuestionamiento a todo un proceso cultural- y donde, sin intentar evitar lo ambiguo de la vida, sus autores logran equilibrar en su obra lo piadoso y lo terrible.

Pero bueno, ya fue mucho bla. bla, bla y todavía no me acerco al asunto Lady Gaga -¿reflejo de la infinita flojera que me produce?-... Bueno...

Pero, para irse quitando el sabor de boca que deja el típico "artista" que pareciera orgulloso de
sólo confiar en su "talento natural" -y la ignorancia de su público- despreciando todo olor a formación educativa, pues ¿Quién mejor? -por cierto, un año menor que la Gaga, para los acostumbrados a justificar todo error en la edad-...

Saludos -y espero hacer esto más continuo-...




Bibliografía
Armand Mattelart. Introducción a los Estudios Culturales.
Norberto Bobbio. Diccionario de política. Siglo XX
Michel de Certeau. La invención de lo cotidiano. UIA
Louis Tyson. Critical Theory Today. A user-friendly guide. Routledge

domingo, 6 de noviembre de 2011

29.- Carlos Fuentes. La región más transparente.

-El español suprime los artículos en los títulos. No debe ser "El amor en los tiempos de cólera", debe ser: "Amor en tiempos de cólera". Sobran "el", "los" y el artículo "el" de la contracción "del"
-¡Claro! Y así con menos palabras más cólera. ¡Que hombre estúpido el de semejante título! Un güevón inflado.
Fernando Vallejo. El Don de la vida

El mensaje de Cantinflas es transparente: la miseria de un estado permanente de primitivismo estúpido que es necesario reivindicar de manera hilarante: se expresa principalmente por su típica corrupción del habla, por una verdadera implosión de los sentidos: es el delirio de la metamorfosis donde todo cambia sin sentido aparente alguno. Se comprende que entre la corrupción del pueblo y la corrupción del gobierno hay una correspondencia: este pueblo tiene el gobierno que merece.
Roger Bartra. La jaula de la melancolía

Abro con una pregunta: ¿Qué resulta más patético?

a) La adolescente preocupada porque en algún momento se hará vieja o...
b) El anciano que añorando su juventud y en un intento de falsa modestia prácticamente termina diciendo: "Nombre, si siendo un rorro, ni yo mismo sabía lo chingón que era; que novelota me salió, vea?"



Luego del "Berlín Alexanderplatz" de Döblin y la H E R M O S A adaptación de Fassbinder, justo es hablar de otro trabajo que, según su autor -según él, repito-, también está inspirado en la misma novela: "La región más transparente" de Carlos Fuentes.

El problema es que, luego de haber revisado dichos trabajos, me queda una sensación: Fuentes luce enano. A esto no ayuda el hecho de que si bien Döblin escribió el BAlex... a los 51 -lo que, al parecer, le restaría cierto "valor iniciático" no muy claro...-, y Dos Passos el "Manhattan transfer" a los 29, ésta segunda -de la primera ya hable- es infinitamente superior al trabajo de Fuentes. Entiendo entonces que la calidad de un trabajo no depende de la edad de su autor sino de lo que -creo- carece gran parte del trabajo de este mexicano: talento.

En lo personal, el poco trabajo que había leído de Fuentes me parecía suficiente para ubicarle cierto "estilo" -pretencioso y aburrido-de-a-madres- y, aunque dudo que en algún momento haya alcanzado la racionalidad de Dos Passos, justo era darle el beneficio de la duda; así que a leer esa "gran" novela de la que ubico 2 comentarios:
  1. Complicada, ambiciosa y exhibicionista. Notable por la finura y sutileza con que junta -especialmente en Ixca Cienfuegos- la visión de lo indígena y lo criollo y la traición a la Revolución." E. Anderson Imbert.
  2. Para algunos de tus lectores el mérito mayor de esa novela está en el plano de la crítica social, en esos pantallazos acres, violentos, de la ciudad de México. Pero yo creo que el sentido profundo de la novela está en mostrar una persistencia del espíritu sacramental indígena debajo de la superficie del México moderno. Toda la historia de Téodula Moctezuma y su hijo Ixca Cienfuegos es la historia de la supervivencia de los viejos ritos en el México actual; la muerte de Norma Robles en el horrendo palacio estucado que le ha construido su esposo el industrial es el equivalente de un sacrificio por el fuego. Emir Rodríguez Monegal

A esto sumo la infinita flojera que me produce la cursilería del "realismo mágico", cuyos autores me dan la impresión de que compiten por ver quien suma más palabras sin decir nada o -peor todavía- por hacer caricaturas de lo que les pongan enfrente.

Pero, para procurar menos tonterías que las del promedio diario -de verdad, lo intento- pues primero leo: según Seymour Menton, en dicho estilo destacan los elementos improbables pero reales del mundo -no sobrenaturales, pues eso lo volvería fantástico- y asociados a cierta base folclórica -por ejemplo lo africano o lo indígena en este caso-.

Siguiendo la propuesta de Franz Roh -quien acuño dicho término para cierto estilo pictórico-, Menton identifica algunos rasgos básicos en lo literario:
  1. Visión desprovista de sentimientos y emociones. Que permite al espectador una nueva relación espiritual con el mundo de las cosas tan real que se vuelve "hiperreal".
  2. Manejo de temas insignificantes, pero cotidianos. Pudiendo resultar incluso desagradables -con el mencionado enfoque ultrapreciso- para expresar una visión del mundo y donde lo inanimado cobra la misma importancia que lo vivo.
  3. Estructura estática. Donde la obra se aprecia más intelectual que emocionalmente.
  4. Eliminación de la "factura". A diferencia del detalle expresionista, aquí la visión resulta fragmentada en beneficio de presentar simultáneamente lo lejano y lo cercano.
Con todo, lo anterior no me aclara mucho las cosas: lo mismo podría aplicarse -creo- a Ballard y la distancia es evidente; el mismo Menton, por ejemplo, mete a Kafka, Jünger, etc. como parte de dicho estilo. Supongo entonces que es en el sentido -su nivel semántico, diría la semiótica- de lo que se dice donde podrían ubicarse los rasgos y diferencias de un estilo.

Así, una de las cosas que me desagrada de Fuentes es su necesidad -repetida cuantas veces considere necesario- de autoproclamarse "estandarte" de las clases -y voces- desprotegidas:

- En gran medida, el escritor, en México, le da una voz a quienes no pueden hacerse escuchar... Escritores que a su responsabilidad artística añaden la de darle voz a quienes carecen de ella en un país sin canales de expresión.

- A mí me ha interesado mucho el utilizar el lenguaje del proletariado mexicano... porque tiene una carga mágica, creativa y recreativa enorme.

Así, con la retórica del político que, según dice, representa mis intereses, Fuentes se regodea retacándonos de ejemplos cargados de "conflictos sociales", "lenguaje prole-chic", etc. como por ejemplo:



Por cierto, en esta película el rorro ya tenía 38 años y pareciera que sus temas iniciáticos -por lo menos el lenguaje y el rol de la mujer- empiezan a volverse fórmula para que uno termine diciendo: "neta, así de bonito hablo yo, nomás que los demás no se dan cuenta, me cae -a veces yo tampoco pero bue...". Así, no queda sino agradecer que gente como Armando Ramírez tenga a bien burlarse de dicho recursos con su "Violación en Polanco".

Amarguras aparte, y ya leída la novela, creo que a ésta le pasa lo que Yann Lardeu señala a propósito del "BAlexanderplatz" de Phil Jutzi de 1931, película que buscaba continuar el éxito de la novela pero que presentó ciertos defectos: en ella se destaca el mundo del hampa pero se olvida el cuestionamiento literario del autor a diversas políticas: la del nazi ignorante, la del socialista dogmático, la de la mujer incapaz de aceptar la homosexualidad, la del freudiano burocratizado, etc.; así, la mirada política de la novela resulta disminuida en beneficio de una lectura nostálgica que intenta "documentar" el delito. No es de extrañar entonces que el trabajo de Fassbinder, tan marcado por la sensibilidad del individuo -pero ajena a dramatismos o voluntarismos políticos- resulte muy superior.

Creo que "La región..." tiene el mismo defecto: olvida la intención expresionista de Döblin para dar una lectura "mágico-realista" de un México urbano que, bajo el barniz moralino de Fuentes, nos alecciona sobre lo que "debe ser" el mexicano.

Y es que, buscando los méritos de la novela, sólo encuentro 2: ser la novela de la Cd. de México -lo que se da por una situación de contexto-, y la descripción que hace Fuentes del mexicano filisteo: Federico Robles y Norma Larragoiti son los típicos arribistas e ignorantes que todos conocemos -y a veces hasta queremos- y que todo el tiempo justifican su acciones como resultado de una situación que los rebasa.

Ora si ya vienen las vacas gordas, y a exprimirles las tetas: Tú nomás fletate tantito y verás donde llegas. Güevos, es lo único que hace falta para dominar a esta raza, y como ni se dan cuenta, cuando menos lo sabes ya estás trepado en sus cogotes. Que los azotes y robes no les importa, con tal de que tengas buenas viejas y güevos; Hasta puede que si eres honrado les caigas gordo ¿Pa´ que ir contra la voluntad soberana del pueblo, eh?

El problema empieza al revisar aspectos más formales de la novela:
  • Junto con pegado, a estos personajes Fuentes suma otros francamente insoportables: Rodrigo Pola -¿Alter ego del autor?-, Luis Pineda, Jesús de Olmos, Jorge Taillén, etc. Y, si a Franz Biberkopf la muerte de Mietze lo lleva a tener un dialogo con la muerte, pues a Pola -como buen mexicano- se le muere la mamá y la plática es con Ixca Cienfuegos dándonos cursilerías tan propias del realismo mágico. Algunos ejemplos:
- La "dramática" discusión moralina entre Robles y Pola:

¿Se aceptaría México a sí mismo el triunfo? Saboteamos y tomamos en serio nuestras derrotas.
¿No ve usted a México descalabrado por ponerse a la par de Europa y los Estados Unidos? Es precisamente lo que no quiero licenciado. Quiero que todas esas sombras ya no nos quiten el sueño.

- La lacrimógena y ridícula narración de la vida y muerte del padre de Pola:

Ahora viene la tolvanera, hijo, y yo voy a cerrar los ojos y a tragar el polvo, porque allí han de venir los restos de tu padre.
  • Por otro lado, si lo que caracteriza al MTransfer o al BAlexanderplatz -como ejemplos de novela moderna y, según Fuentes, sus modelos- fue la búsqueda de sus autores por apropiarse de nuevos recursos narrativos -como el lenguaje cinematográfico, los datos tomados de periódicos, el lenguaje médico, etc.- a partir de los cuales cuestionar el estancamiento de la novela burguesa, ¿No resulta absurda la introducción de "La región..." con una línea de tiempo y una presentación de personajes a la manera del teatro clásico a la que sólo faltó la descripción de vestuarios?
Da la impresión de que Fuentes, o quiere hacernos creer que es muy complejo o bien desconfía de la capacidad del lector ante la "densidad" de su trabajo y prefiere darle pistas de su correcta lectura. Gracias maestro pero, honestamente, su novela tampoco es tan compleja.
  • Según entiendo, un reflejo de la crisis de la Modernidad fue el cuestionamiento de conceptos como Estado o nación. ¿No resulta contradictorio para un pretendido escritor moderno buscar las características y valores de lo mexicano?
Y es que -otra vez, según él- Fuentes dice evitar el chauvisnismo del "como México no hay dos" pero a cambio ofrece la idea de un indígena-mexicano destinado al sacrificio para mantener un orden mayor y que, al mismo tiempo, contrasta con la visión acartonada de los que no son mexicanos:

Siempre me he preguntado si algún otro país, salvo Rusia y España, se ha preocupado tanto por el sentido de su identidad nacional, como el nuestro. Me refiero a una preocupación crítica, dolorosa: los Estados Unidos han sido naturalmente optimistas... Francia arrogantemente chovinista, Italia cínica, Alemania romántica e Inglaterra se acepta a sí misma como un hecho a la vez natural y excéntrico y, por ello, humorístico.
  • Por otro lado, la idea de Fuentes de que el escritor tiene "el deber" de cuestionar a un mal gobierno se reduce, en una novela de 500 páginas, a un máximo de... 1 cuartilla, que no se caracteriza por corrosiva precisamente, más bien es -otra vez- un sermón sobre cuál debería ser la función de un gobierno.
Estoy de acuerdo en que el "partido único" es preferible a cualquiera de esos llamados partidos de oposición que parecerían más bien, los aliados efectivos del PRI. Lo que rechazo es la somnolencia que el "partido único" ha impuesto a la vida política de México, pudieran ayudar a resolver los problemas de México y que podrían organizar y sacudir buena parte de la indiferencia en que hoy dormitan elementos que jamás se afiliarían a los partidos de la reacción clerical o de la reacción soviética. ¿O estaría dispuesto el PRI a sancionar un statu quo sin solución alguna? Esto equivaldría a decirle al pueblo de México "Estás bien como estás. No es necesario que pienses o hables"

Supongo que valorar una novela en términos de cantidad debe sonar ridículo, pero sería igualmente absurdo no ver las distancias entre estos trabajos. Tampoco creo que ayude el decir "es que en ese tiempo no se podía hacer una crítica tan abierta" pues entiendo que todos los tiempos conllevan riesgos, lo que le exige al artista talento, de lo contrario cae en una crítica tan "arriesgada" como estas mediatizada, reflejo -claro- de mentes "bien desmadrosas pero conscientes":



Ya para ir cerrando, tengo que decir que a Fuentes lo siento más cercano a Cantinflas que a Döblin -¿No dice el lugar común que él y Chaplin son los reyes del humor de todos los tiempos?-, más cercano al TRI y su rebeldía rockerita-guadalupana, al socialismo groopie y villamelón del Che y a toda una crítica oficialista que, en sus buenos deseos, termina por fastidiarlo todo y pretenderse normativa.

Es decir, hay una nueva burguesía en México que requiere de una nueva conciencia y esta buena conciencia se la da el poder con sus discursos, sus membretes, sus estatuas, y se la dan, por desgracias, muchos artistas que recurren también a este tono menor, fino y sutil de la discreción provinciana. Con ella se pretende alcanzar una especie de aristocracia artística, que en realidad sólo es la máscara de un malestar pequeñoburgués y de una insuficiencia provinciana. Entonces en país de tuertos el ciego es rey, y en país de mudos la palabra se vuelve explosiva. Cuevas y yo hemos utilizado, un tanto, nuestras obras como detonadores para restituirle a la forma y a la palabra ese sentido que para mi tienen básicamente, de ser siempre reveladoras y liberadoras.



Para nadie es una sorpresa ver en México un país atrasado, reaccionario, moralino, etc. pero eso significa que se tengan que soportar las cursiladas de sus salvadores:

Un escritor es siempre un hors-la-loi, en todas las sociedades y bajo cualquier signo ideológico. Es, tan bien como dice Mario Vargas Llosa, el eterno descontento, el buitre que se alimenta de todos los detritus de la sociedad.
Para terminar, y siguiendo el ejemplo mostrado por uno de los personajes de la novela:

Además no confunda las cosas. Sea bienvenida su lucha contra el imperialismo, amigo, pero que sea efectiva: contra el imperialismo se lucha en su terreno de intereses, no escribiendo cuplés realistas-socialistas. Pero en realidad, ¿Qué le interesa a usted más: luchar efectivamente contra el imperialismo. o sentirse un hombre justo colocado del lado del bien y digno de señalar y condenar a los hombres malos?

Propongo entonces, para celebrar la complejidad y originalidad de ciertos mexicanos ganosos, una marcha -¿A poco nomás la izquierda tiene el derecho de ser estúpida?- vestidos de blanco y con consignas bien inspiradas como:
  • "Con suerte uno nace perfumado"
  • "¿De qué nos van a acusar? ¿De que olemos a sudor? ¿De que cualquiera de nosotros tiene con qué quitarte la vieja?"
Y bueno, si la idea de la música es intentar cierta relación con aquello de lo que se escribe, en este caso prefiero no imaginar los gustos de Fuentes y cerrar con esta canción a manera de "al maestro con cariño":



Saludos...

Carlos Fuentes. La región más transparente. FCE
Carlos Fuentes. Tiempo mexicano. Joaquín Mortiz
Seymour Menton. Historia verdadera del realismo mágico. FCE

domingo, 30 de octubre de 2011

28.- Nabokov.

Ideas are like fish: if you want to catch little fish you can stay in the shallowater, but if want to catch the big fish you got to go deeper. Down deep, the fish are more powerful and more pure, they huge and abstract, and very beautiful.
David Lynch. Catching the big fish.

Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza.
Va de la vida a la muerte. Hombres, animales, ciudades y casas. Todo es imaginado. Es una novela, una simple historia ficticia. Lo dice Littré, que nunca se equivoca.
Y además que todo mundo puede hacer igual. Basta con cerrar los ojos. Está del otro lado de la vida.
Louis-Ferdinand Celine. Viaje al fin de la noche.

Otro consentido: Nabokov. De los poquísimos -como Bloom- cuya critica a las vacas sagradas -Freud, Dostoievsky, Sartre, etc.- resulta extrañamente cierta y, más que comentar alguna de sus novelas, prefiero dejar algunos de sus comentarios para entrevistas y su curso de literatura-... Y como el único de su nivel que se me ocurre para acompañarlo pues...



Primero una presentación...

Pienso como un genio, escribo como un autor distinguido y hablo como un niño. Durante mi carrera docente en Norteamérica, desde mero profesor titular, nunca he facilitado a mi audiencia ni una parcela de información que no estuviese preparada de antemano en forma de nota mecanografiada.

Dadas estas circunstancias, creo que a nadie se le ocurriría pedirme que me someta a una entrevista, si por "entrevista" se supone una charla entre dos seres humanos normales. Pues bien: lo han intentado por lo menos dos veces ya hace tiempo, en una ocasión en presencia de un magnetófono; y, cuando me volvieron a pasar la cinta y acabé de reírme, decidí que nunca en la vida volvería a realizar esa hazaña. Las preguntas que quiera formularme el entrevistador ha de mandármelas por escrito, y yo se las contesto por escrito, y han de ser reproducidas al pie de la letra.


Ahora las entrevistas...

- ¿En qué lengua piensa usted?
- En ninguna. Pienso en imágenes. No creo que la gente piense en determinada lengua. No mueven los labios cuando piensan. Sólo cierto tipo de personas ignorantes mueven los labios al leer o reflexionar.

- ¿Por qué escribió Lolita?
-Fue interesante hacerlo. Después de todo ¿por qué escribir cualquiera de mis libros? Por el placer de hacerlo, por la dificultad. No tengo ningún propósito social, ningún mensaje moral; no tengo ideas generales para explotar, simplemente me gusta componer acertijos con soluciones elegantes.

- ¿Para quién escribe? ¿Para qué público?
- No creo que el artista deba preocuparse acerca de su público. El mejor público es la persona que todas las mañanas ve en el espejo cuando se afeita. Creo que el público que imagina el artista, cuando imagina semejante cosa, es el de una sala llena de genta que lleva su propia máscara.

- ¿En qué sentido copia usted el "cuadro concebido" de una novela?
- El escritor debe estudiar cuidadosamente las obras de sus rivales, incluido el Todopoderoso. Debe poseer la capacidad innata no sólo de recombinar sino de recrear un mundo dado. La imaginación sin conocimiento no conduce más allá de los corrales del arte primitivo. El arte no es nunca simple. Sólo el talento me interesa... No las ideas generales, sino el aporte individual.

- ¿Aportación a la sociedad?
- La obra de arte no tiene importancia alguna para la sociedad. Sólo es importante para el individuo, y sólo el lector individual es importante para mi. Me importa un bledo el grupo, la comunidad, las masas y demás... Escribo sobre todo para artistas, compañeros y acompañantes del arte... El libro de un artista no se lee con el corazón (el corazón es un lector notablemente estúpido) ni con el cerebro solamente sino con el corazón y la espina dorsal. "Señoras y señores, el hormigueo de la espina dorsal os dice realmente lo que sintió el autor y lo que quiso sintierais".

Ni el mediocre ni el filisteo máximo pueden librarse de la sospecha furtiva de un libro para ser importante, tiene que tratar de grandes ideas. Oh, conozco a ese tipo, a ese triste tipo. Le agradan los buenos cuentos increíbles sazonados de comentarios sociales; le agrada reconocer sus propios pensamientos y sus angustias en los del autor.

- ¿Qué opina de la llamada "revolución estudiantil"?
- Los alborotadores nunca son revolucionarios, siempre son reaccionarios. Entre los jóvenes es entre quienes se hallan los mayores conformistas y filisteos, v.g. los hippies... A los manifestantes de las universidades norteamericanas les interesa tanto la educación tan poco como les interesa el fútbol a los fanáticos de fútbol que en Inglaterra hacen pedazos las estaciones del metro. Todos pertenecen a la misma familia de pillos ridículos... con un manojo de malhechores hábiles entre ellos.

Los drogadictos, especialmente los jóvenes, son conformistas que se congregan en grupos pegajosos, y yo no escribo para grupos ni apruebo las terapias de grupo (la gran escena de la farsa freudiana) como he dicho con harta frecuencia, escribo para mí en multiplicado. Los jóvenes tontos que se entregan a las drogas no pueden leer mi Lolita ni ninguno de mis libros; algunos en realidad, ni saben leer.



- ¿Puede decirme a que otros escritores admira y han influido sobre usted?
-Prefiero hablar de los libros modernos que odio a primera vista: los cuidadosos cuadros clínicos de grupos minoritarios, los lamentos de homosexuales, el sermón norvietnamita antinorteamericano, el cuento increíble, picaresco, mechado con obscenidades juveniles.

- ¿Consentiría en dejarnos ver una muestra de sus borradores?
-Siento tener que negarme. Sólo las nulidades ambiciosas y los mediocres cordiales exhiben sus borradores. Es como hacer circular muestra de la propia saliva.


- ¿Hay alguna comunidad de la cual usted sienta formar parte?
-En realidad no. Puedo reunir mentalmente un gran número de individuos a los que quiero, pero formarían un grupo muy dispar y discordante si se los reuniera en la realidad.


- ¿Sería justo decir que ve usted la vida como una broma muy graciosa pero cruel?
- Su término "vida" está aplicado en un sentido que no puedo aplicar a un rielar múltiple ¿La vida de quién? ¿Qué vida? La vida no existe sin un epíteto posesivo. La vida de Lenin difiere de la de Joyce, digamos, tanto como un puñado de grava difiere de un diamante azul, aunque ambos hombres estuvieron exiliados en Suiza y escribieron un gran número de palabras. O vea los destinos de Oscar Wilde y Lewis Carroll... el uno que hace alarde una extravagante perversión y lo atrapan y el otro que oculta su pequeño secreto humilde pero mucho peor detrás de las emulsiones del cuarto de revelar, y acaba por ser el escritor de cuentos para niños más grande de todos los tiempos. Yo no soy responsable de esas farsas de la vida real.

- Dostoievsky, quien trató temas aceptados como universales por la mayoría de los lectores, tanto por su alcance como por su significación, es considerado uno de los grandes escritores del mundo. Sin embargo, usted lo ha definido como "sensacionalista barato, chabacano y vulgar", ¿Por qué?
- Los lectores no rusos no se dan cuenta de dos cosas: de que no a todos los rusos les gusta Dostoievsky tanto como a los norteamericanos, y de que la mayoría de los rusos a quienes si les gusta, lo veneran como un místico, no como un artista. Fue un profeta, un periodista hábil para alcanzar popularidad y un comediante chapucero. Reconozco que algunas de sus escenas, algunas de sus trifulcas tremendas, de farsa, son extraordinariamente entretenidas. Pero sus asesinos sensitivos y sus prostitutas conmovedoras no pueden soportarse un momento... este lector, al menos, no puede.

- Un crítico (Pryce-Jones) ha dicho sobre usted que "sus sentimientos son diferentes a los de cualquier otro". ¿Eso significa algo para usted?

- No recuerdo ese artículo, pero si un crítico hace semejante afirmación, sin duda debe querer decir que él ha explorado los sentimientos de literalmente millones de persona, al menos en tres países, antes de llegar a esa conclusión. Si es así, sin duda soy un pájaro raro. Por otra parte, si se ha limitado a interrogar a los miembros de su familia o de su club, su afirmación no puede discutirse con seriedad.


- Creo que es cuestión de amor: cuanto más se ama un recuerdo, más vivo y singular es... No olvidemos que Rusia se ha vuelto terriblemente provinciana durante estos cuarenta años, aparte del hecho de que a la gente se le indica allí lo que ha de leer, lo que ha de pensar. Me inclino a suponer que gran parte de la historia (la historia artificial del hombre, no el testimonio cándido de las rocas) ha sido modificada por escritores mediocres y observadores parciales. Sabemos que los estados policiales (v.g. Los Soviets) han tijereteado los viejos libros y han destruido los hechos pasados que no coincidían con las falsedades del presente.


Siempre he sostenido, aun de estudiante en Rusia, que la nacionalidad de un escritor valioso tiene importancia secundaria. Cuanto más característico sea el aspecto de un insecto, menos tenderá el clasificador a mirar ante todo el rótulo indicador del lugar colocado en bajo el ejemplar pinchado para decidir cuál de las diversas razas vagamente descritas habrá de asignársele. El arte del escritor es su verdadero pasaporte.


Me enorgullezco de ser una persona carente de interés público. Mis aversiones son simples: la estupidez, la opresión, el crimen, la crueldad, la música dulzona. Para ser cauto, prefiero aceptar sólo un tipo de poder: el poder del arte sobre la hojarasca, el triunfo de la magia sobre el bruto.


Y, de su curso de literatura...


Aunque parezca extraño los libros no se deben leer, se deben releer y lo peor que puede hacer el lector es identificarse con uno de los personajes. Calificar un relato de historia verídica es un insulto al arte y a la verdad. Todo gran escritor es un gran embaucador, como lo es la architramposa Naturaleza.

Sentimos con gran intensidad la situación expuesta en el libro porque nos recuerda algo que nos ha sucedido a nosotros o a alguien a quien conocemos... O bien, y esto es lo peor que puede hacer el lector, se identifica con uno de los personajes. No es este tipo modesto de imaginación el que yo quisiera que utilizasen los lectores.

Si uno empieza con una generalización prefabricada, lo que hace es empezar desde el otro extremo, alejándose del libro antes de haber empezado a comprenderlo:
Nada más molesto e injusto con el autor que empezar a leer, supongamos, Madame Bovary, con la idea preconcebida de que es una denuncia de la burguesía.

Así que, ¿Cuál es el auténtico instrumento que el lector debe emplear? La imaginación impersonal y la fruición artística. Tiene que establecerse, creo, un equilibrio armonioso entre la mente de los lectores y la del autor. Debemos mantenernos un poco distantes y gozar de este distanciamiento a la vez que gozamos intensamente de la textura interna de una determinada obra.

El mejor temperamento que un lector puede tener, o desarrollar, es el que resulta de la combinación del sentido artístico con el científico. El artista entusiasta propende a ser demasiado subjetivo en su actitud respecto al libro; por tanto, cierta frialdad científica en el juicio templará el calor intuitivo. En cambio, si el aspirante a lector carece por completo de pasión y de paciencia difícilmente gozará con la gran literatura.

La ornamentación del lugar común incumbe a los autores de segunda fila; éstos no se molestan en reinventar el mundo, sólo tratan de sacarle el jugo lo mejor que pueden a un determinado orden de las cosas, a los modelos tradicionales de la novelística. Las diversas combinaciones que un autor de segunda fila es capaz de producir dentro de estos límites fijos pueden ser bastantes divertidas, pese a su carácter efímero, porque a los lectores de segunda les gusta reconocer sus ideas vestidas con un disfraz agradable.

El artista maestro asciende por una ladera sin caminos trazados; y una vez arriba, en la cumbre batida por el viento, ¿Con quién diréis que se encuentra? Con el lector, jadeante y feliz. Y allí, en un gesto espontáneo, se abrazan y, si el libro es eterno, se unen eternamente.

Ahora bien, si debemos situar el poshlost en la escritura contemporánea, debemos buscarlos en el simbolismo freudiano, en las mitologías apolilladas, en el comentario social, en los mensajes humanistas, en las alegorías políticas, en la preocupación excesiva por la clase o por la raza y en las generalidades que todos conocemos... Consignar en la misma lista a Auschwitz, Hiroshima y Vietnam es poshlost sedicioso... Uno de los sitios de proliferación favoritos del poshlost ha sido siempre la exhibición de Arte; allí es producido por los llamados escultores que trabajan con las mismas herramientas de los demoledores
.

En general yo recomendaría la muy denigrada torre de marfil, no como prisión del escritor sino sólo como dirección estable... es un lugar fresco y agradable... pero antes de construirse uno su torre de marfil debe tomarse la inevitable molestia de matar algunos elefantes.

El preciso ejemplar que pretendo capturar para beneficio de aquellos que pueden estar interesados en ver cómo se hace es, casualmente, una mezcla de elefante y caballo. Se llama: sentido común. El sentido común es cuadrado mientras que las visiones y los valores más esenciales de la vida tienen siempre una hermosa forma circular, son tan redondos como el universo o los ojos de un niño cuando asiste por primera vez al espectáculo del circo.

Y cuanto más brillante y excepcional es el hombre, más cerca está de la hoguera. Stranger (extraño, extranjero) rima con Danger (peligro). El humilde profeta, el mago en su cueva, el artista indignado, el pequeño escolar inconformista, todos comparten el mismo peligro sagrado.

Y puesto que es así, bendigámosles, bendigamos al monstro; pues en la evolución natural de los seres, el mono no se habría convertido en hombre si no hubiese aparecido un monstruo en la familia. Cualquiera cuya mente es lo bastante orgullosa como para no formarse en la disciplina lleva oculta, secreta, una bomba en el fondo del cerebro... Y sugiero, aunque sólo sea por diversión, que coja esa bomba particular y la deje caer con cautela sobre la ciudad modelo del sentido común. La explosión producirá un fulgor, y muchas cosas curiosas aparecerán bajo esa luz brillante.



Recuerdo una historieta en la que un deshollinador se caía del tejado de un edificio alto, observaba en su caída un cartel con una palabra mal escrita, y mientras caía se iba preguntando por qué a nadie se le había ocurrido corregirla. En cierto modo, todos estamos sufriendo una caída mortal desde lo alto de nuestro nacimiento a las losas del cementerio, y nos vamos maravillando con la inmortal Alicia en los dibujos de la pared.

Esta capacidad de asombro ante fruslerías -sin importarnos la inminencia del peligro- estos apartes del espíritu, estas notas a pie de página del libro de la vida, son las formas más elevadas de la conciencia; y es allí, en ese estado mental infantil y especulativo, tan distinto del sentido común y de la lógica, en donde sabemos que el mundo es bueno.

La "maldad" es una desconocida para nuestro mundo interior; se sustrae a nuestra comprensión; la maldad es en realidad carencia de algo, más que una presencia nociva; y al ser abstracta e incorpórea a, no ocupa un espacio real en nuestro mundo interior. Los criminales son por los general personas sin imaginación, ya que si ésta se hubiera desarrollado, aunque fuera siguiendo la mediocre trayectoria del sentido común, les habría impedido hacer el mal revelando a sus ojos mentales el grabado de unas esposas; por otra parte, la imaginación creadora les habría inducido a buscar una salida en la ficción y a hacer que los personajes de sus libros realizasen de forma más completa y profunda lo que ellos sólo podrían hacer en forma chapucera en la vida real. Faltos de verdadera imaginación, se conforman con banalidades imbéciles tales como verse conduciendo por Los Ángeles un fastuoso coche robado al lado de la rubia fastuosa que les ha ayudado a destripar al dueño. Sin duda, esta realidad puede convertirse en arte cuando la pluma del escritor conecta las corrientes necesarias; pero en sí mismo, el crimen es el triunfo de la vulgaridad y cuanto más éxito tiene más idiota parece.

Jamás admitiré que el oficio del escritor consista en mejorar la moral de su país, en señalar ideales elevados desde las enorme s alturas de una tribuna callejera... El púlpito del escritor está peligrosamente cerca de la novela barata, y lo que los críticos llaman novela fuerte es generalmente un penoso lugar de comunes o un castillo de arena en una playa populosa: y no hay nada más triste que ver deshacerse su foso fangoso cuando se han ido los domingueros y las frías olas empiezan a roer las arenas solitarias.


Y, por último, una entrevista -incompleta porque no la encontré completa, ni modo-...






Saludos...





Chulada de retrato cortesía -como siempre- de Horst Tappe.

Bibliografía:

Vladimir Nabokov. Curso de literatura europea. RBA Libros
Valdimir Nabokov. Opiniones contundentes. Taurus.

sábado, 17 de septiembre de 2011

27.- Harold Bloom.

"Leer al servicio de cualquier ideología es, a mi juicio, lo mismo que no leer nada. La recepción de la fuerza estética nos permite aprender a hablar de nosotros mismos y a soportarnos... Lo único que el canon occidental puede provocar es que utilicemos adecuadamente nuestra soledad, esa soledad que, en su forma última, no es sino la confrontación con nuestra propia mortalidad"
Harold Bloom

"Sólo los muertos pueden permitirse el ser veraces"
Mark Twain

Un autor que -creo- podría ayudar a revisar los temas de una clase sería Harold Bloom. Así, si uno entiende los procesos de comunicación -donde queda englobada la literatura- en su modelo básico de emisor-mensaje-receptor, tenemos escuelas que centran su atención en el emisor -por ejemplo, el psicoanálisis-, otras en el receptor -los estudios culturales-, y Bloom -entre otros- nos regresa al otro aspecto básico: las características del mensaje.

Parto del texto de CGamerro, quien ubica el trabajo de Bloom como respuesta -entre otras- a una corriente conservadora de la crítica literaria -el "New Criticsm"-, y como alguien necesitado de otros lectores más allá de los tradicionales prejuicios de los lectores universitarios -eso creo yo-: el lector común y corriente.

Así, una lectura simplona reduce a este autor entendiéndolo como otro crítico conservador, sin considerar que frecuentemente son las escuelas las que reducen la literatura a causas sociológicas, antropológicas, etc. cayendo en un dogmatismo del que Bloom intenta separarse a partir de encontrar otro valor en la literatura: su valor estético, del que deriva la pregunta:

¿Cómo se lee y cómo podría leerse?

Bloom plantea que, a diferencia de épocas anteriores -donde la lectura se hacía en grupo y en voz alta-, resulta más provechoso la lectura en soledad, marcada por una postura egoísta, es decir, sin compromiso social -nadie va a ser mejor persona por leer tal o cual libro- y donde el principio rector es el placer. Así, el único criterio para valorar una obra son sus propios valores y no tanto la personalidad del autor o sus pretensiones sociales.

Pero tampoco es tan sencillo el asunto: leer requiere -guste o no- educación, sensibilidad y entrenamiento.
El mismo Bloom señala que el verdadero problema es que lo poco que se lee es de una calidad pésima: se debe leer pero buena literatura: aquella que obliga al lector a plantearse su propia postura ante el lenguaje; una literatura pobre permite, precisamente, no comprometerse con nada, ni siquiera con uno mismo.

Así, a la probable buena voluntad del lector espontáneo -pero de capacidad generalmente bastante silvestre, y ahí entramos todos- se suma lo que Bloom entiende como "La Escuela del resentimiento", donde agrupa aquellas corrientes teóricas que en sus batallas por legitimarse han dejado en 2º plano lo que supuestamente valoran: la literatura, quedando ésta a merced de una cultura de masas cuyo mayor criterio es la popularidad basada en las ventas.

Dichas escuelas de "resentniks" suelen caer en un paternalismo previsible según el cual las minorías no han sido capaces de generar su propia voz en la literatura -ésta tradicionalmente las ha presentado deformadas-, correspondiendo a estas escuelas darle al lector débil una lectura "políticamente correcta" de las cosas -obviamente, si el lector duda, cae fácilmente en la crítica de dicha corriente-. Bloom distingue 6 escuelas básicas:
  1. Marxistas. Reducen la literatura a sus relaciones de producción -lo que vuelve imposible la idea de un individuo genial-. Sus armas más efectivas para devaluar a quien la crítica es calificarlo de burgués, imperialista, reaccionario, etc.
  2. Feministas. Denuncian el predominio masculino reflejo de la dominación cultural. Sus armas para devaluar son: misógino, patriarcal, machista, etc.
  3. Estudios postcoloniales: Para quienes la literatura se valora sólo a partir de autores de los países centrales -generalmente europeos-. Armas: imperialista, colonialista.
  4. Estudios de género. Engloba a las corrientes feminista, gay, queer, etc. que, en su extremo más pobre, valoran sólo aquellas figuras positivas del homosexual. Sus armas son: homófobo, machista.
  5. Semiótica. Al caer en un formalismo tan riguroso, se alejan de la literatura en favor de una jerga especializada y, al promover la idea de "la muerte del autor", anulan la posibilidad del talento individual.
  6. Estudios culturales. De cierta base marxista, proponen eliminar jerarquías culturales y valorar las prácticas sociales, lo que termina por poner en un mismo nivel obras desiguales. Bloom les reclama entonces caer fácilmente en el gusto plebeyo.
El problema de estas escuelas entonces es pretender poseer "la manera correcta de leer", la única fiel a la obra. Esto obliga a Bloom a distinguir 2 tipos de lectura:
  1. La lectura débil: Que, en su limitación historicista, dice respetar el sentido original y correcto del texto pero no lo revitaliza, no estimula nuevas literaturas, llegando incluso a deformar el sentido original de la obra. Generalmente es de 2 tipos: religiosa -en favor de la colectividad y de darle a la lectura un sentido normativo- y política -que no acepta otra lectura pues la tacha de ser "ideológica y no verdadera"-.
  2. La lectura fuerte: Donde es el lector quien incorpora el texto a su propia sensibilidad, desde sus propias circunstancias, dándole un nuevo sentido y otorgándole a la obra un valor contemporáneo. A diferencia del dogmatismo de la lectura débil, ésta relativiza la verdad, da espacio a nuevas lecturas. Permite además la ironía, imposible de concebir en la seriedad dogmática y principio común a las obras canónicas, aquellas capaces de poner en duda todos los valores.

Con esto, Bloom busca apartarse del dogmatismo en el que frecuentemente caen las corrientes teóricas -si bien su propia postura puede leerse como arrogante y presuntuosa- y establece 2 conceptos centrales de su propuesta:
  • El canon occidental.
Representa un conjunto orgánico de libros cuyo valor estético los vuelve ejemplos del qué leer y cómo. Presentan cierta interconexión en la cual ciertos cánones estimulan la generación de otros por lo que, más que ser designados por las Academias o los lectores, son los escritores quienes los van delimitando. Lejos de buscar moralizar a partir de una "lectura correcta" -o la que proponga x escuela- obligan a ser revisados desde el presente: su valor reside en la relación con el lector, su propia mortalidad.

Entre los autores que forman parte del canon están Shakespeare, Cervantes, Chaucer, Milton, Freud, Ibsen, Joyce, Proust, Kafka, etc, etc. etc.
  • La angustia de las influencias.
Donde la literatura puede entenderse como un campo de batalla: de un lado los precursores canónicos cuyo lenguaje modificó nuestra percepción de la literatura y, del otro lado, los autores contemporáneos que libremente se han generado una obsesión: superar al canon. Si tradicionalmente el canon se entendía como un don, es a partir del Renacimiento que se intenta acabar con este "padre simbólico" en busca de una recompensa: la inmortalidad.

Pero la literatura no existe sin influencias, por lo que el "error" de los vivos será el haber llegado tarde a ella, lo que se paga con la angustia que genera el cargar las influencias que se intenta superar, fijación que se refleja en la obra. Con esto, el canon establece puentes o tradiciones en los que son los mismos escritores -y su obra- los que le dan vida.

En la lógica de este campo tan freudiano cabe decir que existen alternativas peores: la ausencia del padre o -peor aún- uno débil. Igualmente, negarlo o desconocerlo no hace sino debilitar al autor actual o bien caer en fantasías compensatorias como la inocentada de pretenderse original. La opción entonces es cargar dichas influencias, revaluarlas y plantear la propia obra como respuesta a una anterior.

Ya para ir cerrando, creo que el trabajo de Bloom permite complementar lo que intenta un análisis: acercarse mejor a un mensaje. Entiendo que las escuelas tienden a ser MUY dogmáticas pero también creo sólo a partir de controlarlas es posible superarlas y sobretodo, replantearlas. También entiendo que generalmente en el controlarlas se olvida lo que Bloom viene a recordar: la importancia de disfrutar con lo que se lee.

Y bueno, como esto fue de cánones, justo es otro canon:




Saludos...

Carlos Gamerro. Harold Bloom y el canon occidental
Harold Bloom. El canon occidental