martes, 21 de junio de 2011

13.- Un parentesis. Sigmund Freud.

Freud intentó abordar los fenómenos de multitud desde el punto de vista del inconsciente, pero no vio claro, no veía que el propio inconsciente era fundamentalmente una multitud. Miope y sordo, Freud confundía las multitudes con una persona. Los esquizofrénicos, por el contrario, tienen una mirada y un oído muy finos.
Gilles Deleuze / Félix Guattari. Mil mesetas

Lo post- no significa un movimiento de come-back o flashback sino un proceso a manera de ana, un proceso de análisis, anamnesis, anagogía y de anamorfosis, que elabora un olvido inicial.
JF Lyotard. La posmodernidad -explicada a los niños-.



Con lo que encontré de Ballard vi necesario hablar de Freud. Un buen argumento es que uno de los autores que más uso en mis clases, Hal Foster, señala que, suponiendo que a uno le interese entender de manera más completa la estética contemporánea, se necesitan revisar al menos 3 de las propuestas teóricas más representativas del siglo XX: el psicoanálisis, el marxismo (entendido como una historia social del arte) y el estructuralismo (en sus 2 vertientes: la semiología y la semiótica). Al mismo tiempo, dichas corrientes -entendidas como reflejo de una Modernidad en crisis- pueden contrastarse con las teorías posmodernas y con ello establecer vínculos entre la estética contemporánea y los estudios culturales.

La idea entonces es, para ir complementando esto, intercalar algunos puntos importantes de dichas teorías y tratar de relacionarlos con los autores revisados. Así que, en lo voy juntando el material del siguiente autor (Philip K. Dick), voy a ir subiendo lo que considero necesario -me queda claro que estoy simplificando demasiado a los autores pero bue..-.


Así que... si partimos -según la propuesta de Freud- de entender a la cultura como el principio represivo al que todos estamos sujetos -principio que se ejemplifica, sintetiza e interioriza en la tragedia de Edipo, condición que cada uno de nosotros arrastra y que, en el mejor de los casos, tendría que superar- podemos ubicar más fácilmente ciertos nexos entre una personalidad neurótica y un pensamiento primitivo (o infantil), preocupado por atribuir a otros la responsabilidad de sus propias inquietudes.

De esta forma, si el pensamiento moderno planteaba a un individuo capaz de producir e interactuar de manera racional con su entorno, Freud cuestiona dicho ideal y plantea a dicho sujeto -y, con él, a todo grupo social- como incapaz de abarcar al 100% su propia mente, regido además por 2 orientaciones básicas: el placer (donde el más acabado sería el sexual) y el deseo de destrucción (que en su nivel consciente deriva en la culpa y el deseo de castigo).

Así, si suponemos sana la intención de darle un sentido satisfactorio a la vida, creo que podríamos entender como sano a la quien resulta capaz de interactuar de manera activa con su entorno, con todas las angustias que éste pueda ocasionar -el miedo a la muerte, a la enfermedad, etc.-. Es entonces que se generan ciertas formas que nos ayudan en este objetivo:

  • La religión. Que al garantizarnos una salvación eterna -pero sólo a futuro, claro-, nos libera de la responsabilidad de nuestros actos: sólo resta obedecer al ideal.
  • El amor. Como la idealización de un espacio de seguridad ante lo caótico que resulta todo a nuestro alrededor pero que -parece- sólo es resultado de la idealización de uno mismo.
  • Las drogas. Cuyo inconveniente es obvio: paralizan la capacidad creativa del sujeto cancelando toda posible interacción sana.


Al mismo tiempo, el desarrollo social presenta -al menos- 3 esferas que permiten dicha interacción "sana" -o, por lo menos, menos frustrante para cada uno de nosotros-:

  • La religión. Entiendo que su problema es idealizar un pasado mítico y, con ello, negarle toda posibilidad a la imaginación dándole a la realidad un aspecto nostálgico.
  • La ciencia. Marcada por la necesidad de ordenar el entorno, volviéndolo aceptable e "higiénico" pero, con ello, evitando nuestro nivel más irracional.
  • El arte. Donde, partiendo de reconocer la complejidad externa, el individuo decide asumirla y reelaborarla según su propia visión generando con su obra un dialogo más o menos abierto.

Obviamente el asunto es mucho más complejo: faltarían -de lo que yo he leído- las relaciones que Freud establece con el humor, la condensación y el desplazamiento, el travestismo y bla, bla, bla. pero 1) supongo que cualquiera medianamente leído ya me estará señalando varios errores con lo ya dicho, y 2) esto sólo es una idea muy básica: las mismas citas van señalando los cuestionamientos a este modelo pero, al mismo tiempo, la necesidad de revisarlos.
En fin...

A quien le interese: un documental donde explican de mucho mejor manera algunas ideas y el contexto de Freud:


Y a los que no, pues más música:



Saludos...

3 comentarios:

  1. Jeje, estoy cada vez más entusiasmada por este blog ((maldita semiótica)) ya no te lees como dando clase. En particular, el cierre de este post me dio mucha risa. ¡Ayúdame Freud! ¡Besote!

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  2. Hola chava, pues espero ponerle un poco más de tiempo a esto para que vaya quedando minimamente interesante -que, supongo, esa es la idea, je-... Y si, que nos ayuden a entedernos mejor estos tipos aunque terminemos más amargados ¿no?... Saludos

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  3. no encontré nada de videodrome aquí.... =(

    Eduardo Moreno. unimx

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