miércoles, 3 de agosto de 2011

22.- 3er paréntesis. Jan Mukarovský


Sigo también con la idea de Hal Foster de que, para acercarse a la estética contemporánea, es necesario revisar al menos 3 de las teorías más representativas del siglo XX y contrastar dicho periodo con la teoría posmoderna. Otra vez, esto no es sino un acercamiento -muy limitado a los temas, pero acercamiento al fin-.
Dichas corrientes serían:Enlace
En este caso, conviene distinguir, obviamente, la semiótica de la semiología. La primera como referencia a la escuela americana -con Peirce a la cabeza- y su corriente pragmatista y de la que uno de sus aportes más claros a la estética resulta la idea de entender los 3 niveles semánticos implicados en todo signo, es decir su calidad icónica, indicial y simbólica. En lo personal este modelo me resulta un tanto "innecesariamente denso" y muchas veces no termina de dejarme claro si es necesaria tanta complejidad para llegar a las mismas conclusiones de otros métodos. Así que, prefiero trabajar la escuela semiológica, en mi opinión más sencilla y con aportes también bastante sólidos.

Más allá de los puntos en común y las diferencias con otros estructuralismos -por ejemplo, el de tipo económico- el lingüístico presenta -como es de suponer- al lenguaje como el valor central a partir del cual entender nuestro entorno, como un sistema dinámico desde el cual entender desde una comunicación directa hasta procesos sociales más complejos como, obviamente, el campo de la estética.

Ya se sabe, al aporte inicial de Saussure con su distinción del lenguaje en lengua y habla, los valores de los signos lingüísticos -diádico, arbitrario y lineal-, su mutabilidad e inmutabilidad, su valor sintagmático y paradigmático,etc., es necesario sumar el trabajo de distintos autores de entre los que destaca Roland Barthes, quien llevó estos planteamientos a la crítica cultural y que en la estética ejemplifica con un texto clásico: la muerte del autor.

Según entiendo, Barthes -como Levi-Strauss, Foucault o Derrida- pertenecieron a esa corriente de autores que, si bien parten de Saussure con la intención de desarrollar el lenguaje como modelo central de análisis, terminan por reconocer que ningún método -marxismo, psicoanálisis, etc.- puede englobar a la realidad: todos son necesariamente incompletos. Esto es lo que -creo- marca el paso al post-estructuralismo que después se empata con corrientes como la de la posmodernidad. No es casual que el mismo Barthes, en un trabajo tardío como es "La cámara lúcida" deje un poco en segundo plano el análisis estructuralista y se oriente más a la fenomenología-.

Como ejemplo de lo poco divertidas que resultan -a cualquier hora del día y en cualquier lugar- la semiología y la semiótica, dejo estos 2 videos de unos venezolanos explicándonos qué es la semiótica. Me pareció de lo más rescatable que encontré entre los videos del tema así que...



Segunda parte



Pero, y otra vez en el campo de la estética, destaca también una corriente más formalista y, en específico, el trabajo de Jan Mukařovský quien formó parte del Circulo de Praga y tuvo contacto con la propuesta de Roman Jakobson, de quien partió para desarrollar su propia teoría. Así, si el modelo de Jakobson propone, para una comunicación efectiva, 6 funciones, Mukarovsky reconoce en todo signo comunicativo una posibilidad estética que, por lo mismo, obliga a revisar contextos volviéndose un contrapeso a partir del cual confrontar grupos sociales y dejar de lado la idea del arte como mero acto individual. Con esto, cualquier objeto o actividad -un acto político por ejemplo- puede ser entendido desde la estética.

Para Mukarovsky, los signos estéticos proyectan una realidad en la cual el receptor puede o no reconocerse -ya sea en un sentido inmediato o simbólico- cuestionando así ideas como la de una naturaleza inamovible en el signo estético, una personalidad del artista o un contexto definitivo. Se abre así un carácter dinámico en las obras, mismas que reflejan los valores y normas sociales y plantean su propio modo de entenderla a partir de 2 momentos clave:
  • El del objeto creado. Cuyo carácter múltiple obedece no sólo a un contexto histórico , sino a una construcción de códigos planeada por el autor y donde cada elemento -y su modificación- resulta significativa.
  • La actividad. Determinada no sólo por quien construye la obra, sino por el proceso de recepción dando paso a una comunicación permanente.
Con lo anterior, hay quien señala que, al centrar su propuesta en el lenguaje, la semiología hace evidente la necesidad del dialogo como vía de desarrollo.

Creo que, y para ir cerrando, un ejemplo de lo contrario -cierta negación del dialogo- sería aquel donde precisamente quien entiende insoportable a su entorno -en este caso, la familia- decide cancelarse a sí mismo con todo y la consecuencia obvia: el único que sale perdiendo es él mismo...



Como el ejemplo estuvo un poquitín indie, y pa´ no desentonar, dejamos a la Julie Dorion:



Pero también creo que el James Murphy tiene razón: "el indie es tan limitado"... así que pa´ completar...



Saludos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

:-) :-S :-P :-[ :-D }:-] X* ;-D :-| :-} :*) :-( ;-) XD