sábado, 30 de julio de 2011

21.- Stanislaw Lem


"Por ello, a la afirmación de que la finalidad comercial y el sistema de distribución del producto determinan su naturaleza, podría responderse que aún en ese caso, y como siempre ocurre en la práctica del arte, el autor de genio es el que sabe convertir los condicionamientos en posibilidades"
Umberto Eco. Apocalípticos e integrados

Sí, Harry Potter es como opio para las masas. Hoy en día, gran literatura hay muy poca. Tal vez Pynchon, Saul Bellow... Pero ésos son nombres ya antiguos, y de los nuevos hay muy pocos. Es más fácil ser poeta, puesto que ahora para eso no hace falta ni siquiera sentido.
Stanislaw Lem


Poco a poco se va cerrando esto de poner a 3 autores de ciencia ficción que, por su complejidad, podrían tranquilamente dar pie al desarrollo de una clase. Al mismo tiempo, le toca el turno a uno de los recursos que -ese si- considero el más inteligente (y por lo mismo el más agresivo) para cuestionar toda idea normativa: el humor.

Y como en el humor se necesita de alguien que lo haga y alguien que lo vea, pues necesitamos a alguien que, desde la música, cuestione los límites de esa manera y... ¿Quién mejor?...



Creo que ciencia ficción y humor tienen ciertos puntos en común: mal entendidos, se reducen a una satisfacción espontánea y sosa que no tendría mayor función que el entretenimiento. Y, dicen los que saben, que en eso consiste su ventaja pues, al entenderse como géneros menores -pero en manos inteligentes- sirven como recurso para criticar los arquetipos y patrones de conducta que por tradición son los más respetados. Se vuelven lenguajes que, yendo de lo académico a lo vulgar, evidencian lo patético de una lectura trágica de la vida permitiendo con ello reexaminar las bases sociales.

Por eso no es extraño que, concretamente, el humor resulte cercano a las minorías: los judíos, los negros, los homosexuales, etc. es decir, todos aquellos que, de manera natural, no pueden -podemos- ser héroes: se vuelve una herramienta de oposición que evita la resignación e incluso, y ante lo desfavorable del entorno, afirma la identidad generando con ello cierto placer.

Ojo: si lo interesante del humor es que puede partir de las minorías, su principio es que busca hacer partícipe al otro. Por lo mismo, como la CF que se reduce a naves espaciales, el chiste barato o manipulador se vuelve agresivo al deformar a ese otro, por ejemplo:




Nuevamente aparecen las diferencias: el humor marca entonces las formas en que posiblemente nos acercamos a la realidad: una forma infantil, otra más vulgar y otra -según se vea, la más acabada o más patológica- más compleja: la ironía, donde el humor ya no busca generar en el otro una respuesta empática, su ganancia está en su rechazo a la realidad y las ilusiones que ésta crea. Para Freud, la ironía hace patente la superioridad de un sujeto liberado a partir de su desafecto al placer inmediato que genera el chiste barato. Es esto precisamente lo que la vuelve superior, inatacable aun cuando no todos sean capaces de entenderla.

Y otra vez, favor de no confundir con esos ejemplos baratones -como "Defendiendo al cavernícola" o "Monólogos de la vagina"- que ni pa´ cuando logran disfrazar su naturaleza reaccionaria en una supuesta crítica tan mediana que aburre, como por ejemplo:



En la ironía entonces se percibe a ese otro como a un niño al que el mundo -en el que busca protegerse- le resulta absurdamente "serio", "grave" y el humorista se pone a sí mismo como base materia para reírse de dicha seriedad. El chiste pasa a un segundo plano para mostrar el fracaso claro de intentar asirse de algo real. Un ejemplo que, aprovechando la figura del homosexual, patentiza los prejuicios de una sociedad supuestamente abierta -y que en lo personal me hace reír como enano- sería:



Al que podemos sumarle alegremente:



Claro que también existe el humor involuntario, que resulta de ver al otro en sus intentos probablemente honestos -pero siempre limitados- de corresponder a su entorno, como el que resulta de ver a cuarentonas intentando bailar como adolescentes tratando de vender la idea de que hacen algo cercano a lo que entienden por música interesante:



¿Y a poco Lem todo eso tiene Lem? Creo que sí... Entiendo que pertenece a esa tradición de autores tan buenos -como Swift, Borges, etc.- que tranquilamente pudieron burlarse de lo inútil de tomarse en serio la cultura y porque, al mismo tiempo, hace evidente lo que -creo- es lo único que vale la pena de la cultura: nuestras propias diferencias. Pero bueno, le seguimos en el próximo...

Saludos...



El maestro Lem diciendo amablemente: "Saludos chikitines, y nos vemos la próxima"...




Bibliografía
S. Freud. El humor. Obras completas Nº. 14

jueves, 28 de julio de 2011

20. 2º Paréntesis. A. Gramsci.

Somos los nietos de los obreros que nunca pudisteis matar, por eso nunca nunca votamos para la Alianza Popular, ni al PSOE ni a sus traidores ni a ninguno de los demás. Somos los nietos de los que perdieron la Guerra Civil. ¡No somos nada!
La polla records. ¡No somos nada!

Pesimismo del espíritu, optimismo de la esperanza
Gramsci


Sigo con esto de la propuesta de HFoster sobre los 4 planteamientos básicos para acercarse a la estética contemporánea:
Le toca a la Historia social del arte pero aviso: antes de que esto tome tintes jornaleros y empiecen a sonar cacofonías de unicornios azules o las sirenas del cuarto de Tula, me curo de espanto y me quedo con música que comparte la intención -igual de inocente, supongo- pero afortunadamente de manera más divertida...



Ahora que si quieren conservar el espíritu de camaradas....

  • Pa´ los nostálgicos

  • Ahora si... Lo tradicional es entender al marxismo como una filosofía crítica que centra sus reflexiones en la idea de una transformación social, el cómo llegar a la utopía comunista que libere al sujeto de la pérdida de su esencia que representa, por ejemplo, su alienación a un sistema capitalista basado en la producción y consumo, donde el trabajo ha perdido su potencial creativo-.


    Un punto central de esta crítica es el orden de las relaciones de producción de la sociedad, que se criticaría -por ejemplo- en una de sus obras más representativas: el Manifiesto del Partido Comunista, reflexión sobre la crisis de la Modernidad que serviría de modelo, no sólo a la corriente burocrática más obvia del marxismo sino, en el campo de la imagen, a distintos movimientos como las vanguardias y cuya influencia, de alguna forma, puede seguirse viendo en trabajos como esta joyita. Como cualquier escuela, entre sus diferentes autores se encuentran algunos muy importantes y otros bastante aburriditos.Enlace
    Aunque en estética la referencia obvia son los extraordinarios -no hay otro calificativo-ensayos de Walter Benjamin, prefiero partir de Antonio Gramsci, otro importante referente de los actuales estudios culturales, y cuyo trabajo resultó no sólo una crítica a la izquierda burocrática, sino que también planteó distintas formas de entender la relación entre la sociedad civil y la sociedad política, partiendo de conceptos como la ideología, hegemonía, intelectual, etc.

    Por ejemplo, su concepto del intelectual busca entender a éste ligado a un grupo o clase social -y por lo mismo, a una función económica- pero con una educación no sólo académica sino también técnica. El intelectual aparece entonces de una cierta separación del entorno -de lo contrario sólo sería un reflejo de las ideas hegemónicas-y, a nivel, a nivel social, representa una minoría capaz de organizar y darle conciencia a la sociedad de sus funciones.

    Supongo que un ejemplo de la inexistencia de los estos grupos sería que, para complementar el desarrollo de un país hecho a base del narco, la informalidad y las remesas, le brinden opciones tan avanzadas como:



    Luego de esta introducción tan divertida e incompleta, la pregunta es ¿Qué tiene que ver esto con la estética?

    Que en 1930 -ya en la cárcel- Gramsci reflexionaba, a partir de la queja del gobierno fascista, sobre el poco interés del pueblo italiano por acercarse a la cultura italiana. Partiendo de la pregunta ¿por qué el pueblo italiano no lee? -Y obvio, esto no se reduce a Italia-, Gramsci relaciona ideología y gusto "popular" y llega a las siguientes conclusiones:

    • El pueblo italiano si lee, sólo que no lo que uno quisiera. Se siente más vinculado a trabajos como la novela de folletín francesa.
    • Las elites culturales italianas, deseosas de mantener su mundo de castas, han resultado más extranjeras que los extranjeros. No han logrado identificarse con su entorno.
    La novela de folletín le sirve a Gramsci como ejemplo de la hegemonía cultural que un país ejerce sobre otro al difundir una cierta visión novelada y conservadora del mundo, fantasías en un público marcado por cierto complejo de inferioridad -con su correspondiente deseo de castigo a los culpables, evasión aventurera, etc.- donde, por ejemplo, la personalidad del autor de la novela pasa a un segundo plano en beneficio de la falsa biografía del personaje, adquiriendo incluso validez histórica.

    La novela de aventuras se vuelve un paradigma que deforma la idea nietzscheniana del superhombre a partir de frasecitas mamilas como "Es mejor vivir un día como un león que 100 años como una oveja". Su ejemplo más acabado sería "El conde de Montecristo" cuya estructura es tan básica que sólo deja evidencia la pobreza del lector. Contrario a estos trabajos serían aquellos autores que no sólo han logrado el reconocimiento de las masas sino de la crítica -Shakespeare o Dostoyevsky, de quien señala que Raskolnikov, personaje de Crimen y castigo bien puede entenderse como "un Montecristo criticado por un paneslavista cristiano"- y que hacen evidente que la valoración estética -y su disfrute- sólo aparece en una segunda lectura -la primera siempre obedece a razones prácticas-.

    Así, a los valores limitados que ven en la literatura las elites -un valor nacional ligado a la soberanía, y lo comercial como fundamento cultural-. Personalmente, creo que Gramsci es un buen ejemplo de pensamiento moderno: según el chisme, luego de salir de la cárcel -sólo a morir- señala que no le agradaba la idea de contar su vida -sería tanto como dramatizarla y buscar la caridad de los demás, que en todo caso prefería entenderse dentro de una lucha a largo plazo. Evidentemente, Gramsci se perdió de estas maravillas:



    Ahora que si quieren más enjundia:



    Y, si quedaban dudas, pues nuestro "Montecristo" de sololoy:




    Supongo que cuando uno ve tanta mierda, hasta la izquierda -o el feminismo trasnochado- han de sonar como "de avanzada"... Honestamente tendría muchísimas dudas. En fin, al que tenga suficiente estómago y sea lo bastante morboso le dejo una muestra de dicha campaña buena onda de nuestra intelectualidad conservadora. ¡Son tantos y tan bonitos!...
    Saludos...

    Bibliografía
    Antonio Gramsci. Cultura y literatura.

    sábado, 23 de julio de 2011

    19.- Regalo 3. Norman McLaren.

    X: He llegado a llamar sinfonías a las composiciones que pinta usted; en ellas puedo ver la música pero no la naturaleza
    Z: ¿Acaso no se podría ver también música en la pintura naturalista? También ella tiene su ritmo, aunque esté menos claramente visible que en la pintura abstracto-realista.
    Piet Mondrian. Realidad natural y realidad abstracta.

    ¡Como nos visita la gente chida!... Ahora se asomó por acá ni más ni menos que el mismísimo Norman McLaren... así que, para una persona amable pues música amable y ¿Quién mejor que Yo la tengo? ¿A poco no son un amor?...



    A McLaren lo siento cercano a Calder, supongo que por aquello de la abstracción y por mostrar en ésta tanto una parte lúdica como una política. Y como Calder también es todo corazón, pues un video de una de sus chorchas:


    Y para quitarle a esto tanta miel y darle un poco de seriedad -tampoco tanta-, pues un texto de
    Mondrian -cabrón donde los hay- en el que, a manera de dialogo, plantea su visión sobre la importancia espiritual de la imagen abstracta. Por cierto, y obviamente, también Mondrian merece su documental.




    Mondrian parte de que la contemplación, como capacidad evolutiva única en el ser espiritual, se ha visto tradicionalmente afectada por un intento de ver en la realidad un sentido de lo trágico que termina por privilegiar a un efímero héroe víctima de una naturaleza siempre superior a él. A dicha visión es posible oponer una visión más abstracta, universal, a partir de la cual contemplar no sólo la pequeñez de dicho personaje sino un reposo que, más que una resignación por la destrucción, sugiere una nueva posibilidad: la de su reconstrucción.

    Así, si la naturaleza resulta superior al ser humano, éste puede verla no como un objetivo inalcanzable sino como punto de partida para la representación de su propio interior espiritual, ajeno a toda tragedia. La solución de Mondrian entonces no se puede hallar más que en uno mismo: el entorno no cambia, sólo nosotros en una armonía -quizás- más pura.

    Esta disolución de lo individual es, creo, una de las gracias de la imagen abstracta y, como las esculturas de Calder -que resultan todo un cuestionamiento a esa imagineria patriotera que nos venden hasta en los parques- el trabajo de McLaren también refleja -creo- una experimentación bastante honesta con la imagen y la música.

    Pero bueno, ahí se quedan unos cuantos de sus trabajos, así que sí pueden disfrutarlos...


    Pen point percussion



    Dots -1940-


    Boogie Doodle


    Neighbourgs -1952-



    Su trabajo anti-guerra: Hell Unltd
    -1936-



    Saludos...


    Bibliografía
    Piet Mondrian. Realidad natural y realidad abstracta.

    miércoles, 20 de julio de 2011

    18.- Philip K. Dick. -1-

    Nuestro objetivo no consiste pura y simplemente en crear una ficción admirable desde el punto de vista estético. No se trata de crear una historia ni ficción solamente, sino un mito. Es intentar contemplar a la raza humana en su medio cósmico y abrir nuestros corazones a nuevos valores.
    Olaf Stapledon

    Estoy hecho de agua. Jamás se darán cuenta de ello porque la tengo contenida. También mis amigos están hechos de agua. Todos.
    Para nosotros, el problema no sólo radica en que debemos andar sin ser absorbidos por la tierra, sino en que debemos ganarnos la vida...

    Philip K. Dick. Confesiones de un artista de mierda.


    Antes del Dick, una canción de los cLOUDDEAD que, además de que eran rebuenos, creo que empatan con lo que voy a poner...



    También creo que conviene poner puntos de partida: entender a la ciencia ficción como un género narrativo que, si bien comparte con cualquier actividad humana una naturaleza común -el lenguaje-, son sus diferencias las que los vuelven -precisamente- géneros. Los géneros entonces reflejan cierta carga social que le es dada a un sujeto hablante encargado de darle su forma particular de percibir y acercarse al mundo con la intención de una posible respuesta.

    En el caso de la ciencia ficción, David Pringle, especialista del género, la entiende -más o menos- como una forma de narrativa que explora las perspectivas imaginativas de la ciencia moderna, entendiendo por ciencia moderna la cosmovisión científica de los siglos XIX y XX. Pringle sugiere que este género muestra una idea constante, la del cambio: en ésta, tiempo y espacio se modifican para abrir nuevas perspectivas en un intento de reflexionar sobre la forma en que las nuevas tecnologías se han incorporado en la cotidianeidad del sujeto común.

    Así, mal entendida, la CF podría volverse una especie de publicidad barata o de mero entretenimiento efímero. Sin embargo, algunas obras destacan por generar un nuevo valor: se vuelven oportunas en su forma de explorar la relación del sujeto con su entorno y, como buena literatura pop, terminan por generar cierto autoconocimiento.


    Al mismo tiempo, Pringle señala que, a diferencia de la fantasía tradicional -un género hermano- donde lo sobrenatural equivale a lo inexplicable (y la lógica científica se pone momentáneamente entre paréntesis) y lo que predomina es la magia, en la CF hay un intento de partir de un mundo tangible (de ahí su propia división entre una CF dura, escrita por científicos y una CF blanda más interesada por describir las consecuencias de dichos procesos) para señalar posibilidades, utópicas o no, de la misma.


    Se abren entonces 2 formas de acercar a un género:
    • La gramática. Y entiendo que aquí entrarían aquellos elementos que lo vuelven un género específico: naves espaciales,
    • La estilística. Y aquí empieza el problema...
    Es el estilo el que obliga a separar individuo -autor- y sociedad -género-. La forma de éste de estructurar conscientemente su trabajo es la que permite reconocer -o no- nuevas formas de percibir la totalidad del mundo reflejada en su obra.

    El mismo Pringle recomienda 6 novelas de Dick:
    "Tiempo desarticulado", "El hombre en el castillo", "Tiempo de Marte", "Los tres estigmas de Palmer Eldritch", "Doctor Moneda sangrienta" y "¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas?". Pringle destaca a Dick por sumar, a la forma en que empieza a perderse el sentido de la realidad, un sentido de paranoia constante: fotografías de personajes aun no nacidos, inocentes loterías diseñadas por el ejército para una guerra oculta, un mundo alterno en el que Alemania y Japón se reparten EU luego de haber ganado la guerra y donde un escritor imagina un mundo alterno en el que EU ganó la misma, casas de muñecas a las que para acceder es necesario drogarse, dinero que marca fechas imposibles, etc.

    Me parece que uno de los signos más evidentes de la crisis de la Modernidad fue el poner en entredicho la idea de una realidad 100% verificable, de ahí que psicoanálisis o vanguardias -por ejemplo- nos estimulen
    a suspender -hasta cierto punto- el juicio de realidad y con ello denuncien lo patológico que resulta intentar reprimir dicha complejidad. Es la imaginación la que permite superar la realidad.

    Es obvio que esto
    también se refleja en la cultura -y los géneros- populares. La pregunta que -creo- hace Dick a lo largo de su obra es: ¿y si la realidad interna no corresponde a lo psíquicamente "sano" pero rebasa a la realidad concreta? Me da la impresión de que Dick comparte las mismas interrogantes del surrealismo -por ejemplo- aunque en términos un poco más cercanos...

    Por cierto que se me olvidó poner las películas que se han hecho a partir de novelas del Dick; supongo que todos hemos visto al menos un par de ellas:

    Totall Recall -1990-



    Screamers -1995-



    Minority report -2002-



    Impostor -2002-




    Paycheck -2003-



    A scanner darkly -2005-



    Next -2006-




    Y, para no alargar esto, dejo al que le interese, un documental sobre Dick -sólo dejo la primera parte, que conste-:




    And last but no least
    , otro mini-regalote: antes de la joyita que es Waking life, Richard Linktaker -y su equipo- hicieron este corto... Creo que de alguna forma se acerca a lo que he estado poniendo: una persona con desórdenes mentales pero reelaborado con infinito buen gusto, como siempre:




    Saludos...


    Bibliografía
    David Pringle. Ciencia Ficción. las 100 mejores novelas.


    domingo, 17 de julio de 2011

    17.- Blade runner -II-

    He intentado enfrentarme, preguntar qué convierte al autor y las obras en canónicas. La respuesta en casi todos los casos ha resultado ser su extrañeza y su belleza... Esa capacidad de hacerte sentir extraño en tu propia casa
    H. Bloom

    ¿Qué es la belleza? Es el acuerdo entre el contenido y la forma"
    H. Ibsen

    Otra vez: ¿qué mejor inicio?...



    Si, como pretexto, Blade runner permite una lectura del consumo cultural que necesariamente rebasa a la película y aterriza en la cuestión
    del gusto, el kitsch permite identificar a un público deseoso de ver sólo lo que quiere ver... Así, al éxito de "E.T." -resultado de un público infantiloide- lo complementa el fracaso inicial de Blade runner.

    Lo que sigue sería entonces tratar de desarrollar el por qué Blade runner resulta interesante. Otra vez, supongamos -nomás pa´ tener referencias de con quienes estamos trabajando y no repetirnos- que ya nos aventamos el análisis de Roman Jakobson de Philip K. Dick o de Ridley Scott...




    Los alegres compadres: Ridley Scott y Philip K. Dick en una de sus alegres chorchas y agradeciendo el análisis...




    Ahora podemos partir de Omar Calabrese quien, al observar lo fragmentado del gusto contemporáneo -bueno, de 1989- propone hallar principios comunes entre teorías científicas y ciertos productos culturales para plantear con esto el paso a una estética neobarroca.

    Calabrese parte de la propuesta de Wölfflin para entender toda obra como un reflejo de diferentes formas de interpretar la realidad, modos de pensamiento reflejados en el estilo de la obra. Así, plantea que en el grueso de la cultura hay un cierto estilo clásico, producto de ciertas tradiciones de pensamiento que evitan plantearse la Historia como problema y prefieren idealizarla nostálgicamente; con ello, terminan por rechazar lo nuevo en un intento conservador de estabilizar y ordenar la cultura: de decir qué es -o no- lo bello y lo bueno.

    Un ejemplo de esto sería el cuerpo heroico, modelo eterno a seguir -pues refleja cierta estabilidad, y con ello seguridad-. En su pérdida de Historia dicha figura se vuelve un fetiche que puede ser militar, fantástico o "gótico". Por ejemplo:



    Al mismo tiempo, Calabrese reconoce en dicha cultura obras que deliberadamente se oponen a dicha visión clásica de la realidad y a las que propone entender como parte de lo neobarroco y que se caracterizan por cierta inestabilidad, deformidad, etc. No es extraño entonces que estas obras impliquen cierta prueba de estilo sobre la no fiabilidad de la realidad, la infinita capacidad de metamorfosis de los temas o las sensibilidades. Dichas obras se vuelven un trompe l´oeil que trascienden lo visible para connotar sólo contradicciones.

    Para entender mejor estos fenómenos Calabrese propone, a manera de método:
    1. Entenderlos como textos para ubicar en ellos una morfología subyacente.
    2. Eliminar juicios de valor e identificar sus categorías.
    3. Observar su dinámica para llegar a una definición del gusto.
    Para tratar de ser más claros -espero- podemos sumar la propuesta de Eugenio Trías, quien parte de un principio más o menos similar: lo siniestro, que como condición siempre debe estar, y como límite de lo bello implica que, al ser revelado, lo bello pierde su encanto. Lo siniestro resulta entonces de aquello que era familiar pero terminó volviéndose extraño, oculto -por ejemplo, las zonas pudorosas- obligando así a replantear lo bello.

    Así, si lo clásico busca determinar qué debe entenderse por lo bello y lo ordenado, lo barroco -como algo siniestro- introduce la idea de lo infinito: las referencias han perdido su capacidad de limitar la realidad y sugieren un "más allá" en permanente tránsito. Si lo clásico busca racionalizar la realidad como unidad, lo barroco la plantea como una totalidad ambigua en la que no hay nada seguro, incluso el tiempo ha dejado de ser lineal para desgajarse en un recipiente infinito, rítmico. Son obras que hacen evidente lo frágil de la vida, su capacidad de corrupción y muerte.

    Entendiendo a Blade runner como una obra neobarroca, Calabrese parte de la idea de los replicantes como copia del ser humano, copia que se independiza y vuelve conflictiva la idea del cómo consumimos la cultura. Con esto nos acerca a 3 ideas de lo que él llama la estética de la repetición, presente en nuestra cultura y que se presenta de la siguiente forma:

    • La copia como matriz única. Al partir de un prototipo, refleja cierto principio de industrialización heredero del taylorismo que, en su extremo, implica cierto control social y regulación pedagógica: indica qué es -o no- lo bueno o lo bello.
    Blade runner no se pretende original, hace clara referencia al texto del que está partiendo:



    ¿De qué trata Metropolis?... ? ¿De qué trata Blade runner?...

    El problema es que dicha referencia es mero pretexto para mostrar sus diferencias: Si Metropolis refleja una intención -moderna- de superar una realidad, Blade runner plantea una realidad caótica en la que la lectura de las clases sociales a la manera marxista resulta ya insuficiente.

    • La estructura de los textos culturales. Donde dichas obras presentan recorridos análogos dando como resultado una apreciación rítmica del tiempo: o bien presentan reformulaciones con variantes mínimas, como por ejemplo:



    Ya sabemos: es la historia de caballería, magia, bla, bla, bla,
    ¡todo en una sola película!...

    O bien las obras se vuelven esquemas prácticamente estáticos, meros ejercicios estilísticos de su autor:






    Otra vez: al encasillamiento del género -robots, naves espaciales y héroes bellos-, Blade runner opone
    una mezcla de tribus -punks con Hare Krishnnas- arquitecturas -prehispánicas conviviendo con la moderna- o géneros -la ciencia ficción y la novela negra- pero no con la intención de hacer un pastel que de gusto a todos: es una mezcla donde la mayor sensación es que el ser humano ha quedado rebasado y el único consuelo que le queda es su capacidad de asombro.
    Y por último:
    • El consumo de la repetición. Donde la repetición puede ser icónica, temática o narrativa y donde estas repeticiones dan paso, en su consumo, a una dialéctica entre identidad y diferencia.
    A nivel de recepción, Blade runner fracasa -supongo- porque deja cierta sensación: ¿De cuándo acá resulta agradable un ser humano luchando con robots más humanos que él mismo, que valoran más la vida? ¿De cuándo acá una película exige que reflexione? ¿De cuándo acá el gusto dejó de ser cuestión personal y se volvió un asunto de estudio?, etc, etc, etc. Así, al irse separando los públicos, se puede sumar otro valor implícito en todo producto cultural: su lenguaje político.

    Pero bueno, ya fue mucho
    bla, bla, bla y, como sabiamente dijo Johnny Knoxville: "Fuck art, let´s dance" así que...



    Bye bye...


    Bibliografía

    Omar Calabrese. La era neobarroca.
    Eugenio Trías. Lo bello y lo siniestro.
    Miguel Ángel Prieto. Blade Runner

    domingo, 10 de julio de 2011

    16.- Regalo 2. Ahora Herzog.


    ¡Vaya, que decididamente no comprendo!... ¿Por qué aplastar a la gente con granadas, sostener un asedio en regla ha de ser una forma más honorable? ¡El miedo a la estética es el primer signo de impotencia!... ¡Nunca, nunca he reconocido yo esto más claramente que ahora, y menos que nunca comprendo ahora mi crimen!
    Dostoyevsky. Crimen y castigo

    “Yo creo que el denominador común del universo no es armonía pero sí el caos, la hostilidad y la matanza”

    Werner Herzog



    Para acompañar al master ¿Quién mejor que Laurie Anderson?



    Otra vez, si la intención de esto es poner trabajos de personas que considero interesantes -sin importar si resultan o no novedosos-, creo que Herzog tiene la enorme virtud -como Nabokov, Wilde, Ballard, y un largo etc.- de que, ante la evidente pobreza de la realidad, le apuestan a construir algo superior.

    En "La decadencia de la mentira" Wilde imaginaba un futuro dialogo entre sus hijos sobre cómo la realidad es una copia burda del arte. Recuerdo 2 ejemplos:

    • Los impresionistas: son ellos quienes inventaron la neblina londinense. Claro, ésta ya existía pero gracias a ellos la gente logró apreciarla, enriquecieron su realidad.
    • Cuando una filistea -y a la que sólo su belleza efímera la salva de negarle algo- lo invita a ver el atardecer más hermoso que ha visto... y él sólo ve un Turner mal hecho, desvaído.

    A Herzog lo pongo entonces -y, como Svankmajer, tampoco tiene necesidad de presentación- porque, si ahora estamos atascados en una realidad tan burda, pareciera que estamos 2 únicas posibilidades para entenderla:
    • La de los "socialmente responsables" que terminan haciendo, en el mejor de los casos, lo que criticaba Benjamin: "postales de la pobreza" bastante moralinas.
    • Los que, como Herzog, acaban reconociendo la naturaleza destructiva de la realidad y a partir de esto -como bien señalaba Freud- la reelaboran.
    Herzog le criticó en su momento al Cinéma verité sus pretensiones de plantear "la realidad". Su "Declaración de Minnesota" plantea -si entendí bien su sentido- que, a fuerza de autoproclamarse "verité" terminan por quedar rebasados precisamente por la realidad: sólo logran algo superficial, turístico y, en el mejor de los casos, verificable; confunden realidad con verdad, dándole un sentido normativo, casi sagrado, capaz de decirnos: "los malos a prisión" (el problema es que muchos terminen, en su poco interés de cuestionar algo, diciendo lo mismo). En su pretensión de honestidad pierden de vista que el cine -como todo lenguaje- tiene diversas capas y la más compleja -la poética- sólo se alcanza a través de la imaginación.

    "6. Filmmakers of Cinema Verité resemble tourists who take pictures amid ancient ruins of facts."

    Entiendo que para Herzog la realidad tiene un extraño poder, en el que radica su sentido evolutivo: al no tener la capacidad de hablar ni de sonreír, la naturaleza -y su potencial destructivo- nos obliga a prepararnos para aprender a escuchar en ella sus distintos cantos de vida -aunque estos no necesariamente nos gusten-.

    "8. Each year at springtime scores of people on snowmobiles crash through the melting ice on the lakes of Minnesota and drown. Pressure is mounting on the new governor to pass a protective law. He, the former wrestler and bodyguard, has the only sage answer to this: "You can´t legislate stupidity."

    Dejo entonces "La soufriére" de 1977. La sinopsis que encontré fue esta:

    En 1976, se predijo que la isla de Guadalupe sería destruida por la inminente erupción del volcán llamado La Soufriére. Tres hombres se rehusaron a abandonar la isla. Herzog y un pequeño equipo decidieron filmar las últimas imágenes de la isla fantasmal y recoger el testimonio de ese trío.

    Me gusta por, al menos, 2 momentos:

    • ¿Qué mejor muestra de dignidad humana que cantar ante la inminencia de la muerte?
    • ¿Qué reincorporación a la sociedad más triste que la del fenómeno de circo? Y dudo que sea metáfora.


    Ni modo, sólo la encontré en 3 partes y sin subtítulos pero bueno:

    Primera parte:



    Segunda:




    Y tercera parte:




    Dejo también la entrevista que le hicieron ahora en su reciente visita.



    Saludos -y por fin salió del horno, aunque sea en domingo-...



    15. Philip K. Dick. Blade runner -I-

    He visto cosas que ustedes no creerían...
    Naves de ataque ardiendo más allá de Orión...
    He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de La Puerta de Tannháuser...

    Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia...

    Es hora de morir..
    .
    Blade Runner

    Si, sé que es un lugar común pero... Que bonita escena para referirse a Philip K. Dick ¿a poco no? -Sirve que le apestamos el final a quien todavía no la haya visto...-




    Creo que a diferencia de Ballard -a quien entiendo como un autor propio de una estética posmoderna- a Dick es posible ubicarlo en una ciencia-ficción moderna, más "tradicional" -incluso sus intentos por hacer novela "seria" lejos de cuestionar los esquemas del género terminan, creo, dejando ver cierto prejuicio-. Al mismo tiempo, su trabajo tiene obvias diferencias con el grueso del género: su interés por el tema de las drogas, la religión, los desórdenes mentales y la permanente duda de donde situar exactamente la realidad.

    Como con Ballard, más que hablar de sus novelas, prefiero desarrollar temas paralelos. También creo que, por ser una referencia obvia, Blade Runner -sin que Dick sea más que un punto de partida- permite considerar varios aspectos: el paso, en el lenguaje cinematográfico, a una estética posmoderna o neobarroca y, sobre todo, la respuesta del público. Por lo mismo, voy a poner un segundo ejemplo de cómo revisaría Blade Runner a partir del kitsch, -entendido como el mal gusto a nivel social-.

    Así que... Otra vez, si la cultura se puede entender a partir de los diferentes mensajes que construye, todo mensaje puede entenderse como una "estructura" que, según su mayor o menos complejidad, invita al receptor a identificar las posibles relaciones del mensaje con su entorno o consigo mismo. La construcción de los mensajes determina entonces el estilo del autor: su manera de organizar su obra en un contexto y para un público específico -mismo que puede o no comprometerse a descifrar su mensaje-.

    A esto podemos sumar que el concepto kitsch -dejarlo como algo meramente formal sería limitarlo- aparece en Münich allá por 1860, resultado de un proceso de industrialización mal entendido por parte de una cultura burguesa preocupada por abaratar su entorno y por entenderlo en términos meramente de producción-consumo con lo que deja de lado no sólo el trabajo intelectual al que obliga toda obra poética, sino que busca a toda costa que dicho entorno resulte moralmente bueno y agradable: todo debe ser adornado y lo desagradable o intelectualmente complejo debe ser, en la medida de lo posible, eliminado. -de ahi que propuestas como la del funcionalismo de la bauhaus le resulte incomprensible a la cultura burguesa-.

    El kitsch puede entonces entenderse como una apropiación patológica del entorno -un poco lo que Freud entiende como fetichismo y Marx como alienación-, donde el mayor criterio para acercarse a la cultura es a partir de la oferta y la demanda: los objetos se regulan según su comercialización y no su contenido, volviéndose reflejo ya no de un trabajo de creación, sino de status social. Con esto, el kitsch deja de ser algo meramente formal obligando a considerar a un productor de kitsch y un usuario igualmente kitsch.

    El problema es que en la cultura contemporánea conviven diferentes formas de acercarse a la realidad: algunas bastante primitivas, otras más aburguesadas, (y otras francamente pendejas) etc. etc. Al mismo tiempo, todo producto cultural (llámese arte, política, comic o películas) obligan a centrar la atención ya no sólo en los mensajes sino en la respuesta de quienes los reciben.

    El problema viene con los mensajes poéticos: son de tal complejidad que, lejos de buscar una comunicación directa con el público, lo obligan a descubrir distintos significados en un mismo mensaje. Así, si tradicionalmente los mensajes intentan una comunicación directa, el artista plantea en su obra otras formas de leer los mensajes -y con esto la realidad-.

    Así, el kitsch se encarga de promover la democrática idea de que aquello que las mayorías consumimos es necesariamente lo mejor, no lo más caro pero casi, no lo más coherente pero casi. Moles propone 5 principios del kitsch que, sin ser definitivos, si nos permiten acercarnos a este fenómeno social. Dichos principios son:

    • Inadecuación. El objeto presenta un distanciamiento de su función original. Está bien realizado pero mal conceptualizado.

    • Acumulación. El objeto intenta sorprender a partir de recargarse de elementos. Pa´ quien le tenía fe a los canales "culturales".

    • Percepción sinéstica. El objeto se pretende una obra total, es decir, que abarca todos los sentidos dejando de lado el sentido original del objeto mismo.

    • Mediocridad. La incapacidad de ser complejo, obliga al usuario del objeto a aceptarlo de manera condescendiente.

    • Confort. El objeto busca ser agradable antes que funcional.


    Dos preguntas se hacen obvias:
    • ¿Qué tiene que ver esto con Blade runner?
    Con la película nada. Si quisiéramos ajustarle -con calzador- el principio de acumulación, éste queda rebasado por obedecer a otras características: las de la estética posmodernidad. Más bien tendría que ver con los públicos: en 1982, año en que se estrena, Blade runner resulta un fracaso -que no obedece al género, como demostró "Star wars" en 1977- por ser demasiado densa (¿exactamente quién ganó?), sombría, etc. La película taquillera de ese año, también de ciencia-ficción, sería "E.T.", moralina, con final feliz, un marciano feo pero buena onda, etc. Se entiende entonces a un productor kitsch -Spielberg-, un producto kitsch y un receptor kitsch quedado en la nostalgia, ni modo...

    Y ya oigo -otra vez- al que dice: "ay claro, pero es que en esos tiempos los efectos eran muy malos y la gente muy fácilmente se dejaba engañar"... Por cierto que generalmente es la misma persona que gustosa recomienda "Avatar" porque esa si tiene unos efectos bien buenos... en fin.



    • ¿Dónde quedó Blade runner?
    Pues esa la seguimos la próxima porque esto ya fue bastantito.


    Si les sirve:




    Y, si les interesa, dejo bibliografía sobre el tema.
    • Abraham Moles. El kitsch. El arte de la felicidad.
    • Hermann Broch. Kitsch, vanguardia y el arte por el arte.
    • Umberto Eco. Apocalípticos e integrados en la cultura de masas.

    -Y, como siempre les digo a aquellos que les doy este tema, aquí va la oferta: un 10 en calificación final a quien consiga
    :
    • Ludwig Giesz. Fenomenología del kitsch.-
    Saludos

    sábado, 2 de julio de 2011

    14.- Un regalo.... de Svankmajer, claro.

    Ahora tengo 51 años, entonces era muy joven pero debo decir que fue un excelente periodo de pruebas. Me enseño que la respuesta a la pregunta ¿Es bueno ser bueno? es "Si, desde luego". Estás unido a otra gente y merece la pena no ser un cabrón. Los políticos son personalidades nihilistas y psicóticas, su cinismo es muy grave.
    Jah Wobble

    La idea de este blog es -en principio- poner el trabajo de gente que, además de gustarme bastante, considero lo suficientemente interesante para incluirlo en alguna clase pero que, por X o Y razones, -la falta de tiempo y de interés de algunos principalmente- no alcanzan a incluirse... Sería algo así como el material complementario (con ejemplos y análisis incluidos) para una clase que no se ha dado, -mmm-...

    Entonces, y como sólo había estado subiendo videos musicales, también voy a ir poniendo trabajos de gente que me parece interesante en el campo de la imagen....

    Pero primero seguimos despeinándonos -eso sí, con tremendo buen gusto-...




    Al mismo tiempo, entiendo estos trabajos como una forma de saltarse las estupideces de todos los días, y que llegan a estos grados -pero estos videos los pongo chiquitos porque así es su condición, chiquita-:





    Por cierto que a un grupo le deje analizar ese "documental" (me manché, me manché)... en fin. Lo único que se me ocurre para corregir es dejar mi análisis del por qué considero esto un burla tan básica que, de creerla, podríamos acabar gritando "Sálvanos Sicilia-Jones, tu que eres poeta" (y ya sé que la crítica siempre es del tipo "¿Qué? ¿Muy chingón? A ver güey, tu haz algo" pero la verdad tampoco creo que haciéndole el caldo gordo a las cosas éstas cambien, y si no me creen miren:





    Así que... ¿Quién mejor que Jan Svankmajer para empezar? Tan grande que ni hay necesidad de presentarlo... E insisto ¿Habrá a quién no le guste "Los conspiradores del placer"? y sigo creyendo que sólo a los pendejos -que, supongo, estarán haciendo marchas-...Ahí lo dejo pa´l que le guste...

    Dimensions of Dialogue



    Su segunda parte:



    Y Flora



    Ya por último, dejo también un documental sobre él y su trabajo:



    Pa´ que no se cansen:



    Y tercera parte:



    Saludos entonces...